En Brasil le dicen "Rafiña" pero nació en Apóstoles, en el sur de Misiones, tiene 11 años, es arquera en las inferiores del Paris Saint Germain filial de Brasil. Ya salió campeona con el Paraná Club de Curitiba y es hincha de Gremio de Porto Alegre.
Rafaela Robinson, nació el 17 de febrero de 2009 en Apóstoles, mide 1,39 m. y es una promesa del fútbol femenino brasileño donde vive con sus padres desde bebita.
En una nota de Noticias La Región de Apóstoles su mamá Valeria Paredes contó que siente "mucho orgullo de una personita tan chiquita, tan dedicada y responsable con sus actividades".
En uno de los videos en Internet se la ve salir a cortar un juego y despejar sin problemas. Y no se queja aunque renguea luego del roce con su adversario varón. En otro, vuela hacia atrás y saca la pelota sobre el travesaño al estilo "Pato" Fillol.
Nunca soñó con tener una hija futbolista, pero ella y su esposo Lucas Robinson estimularon a Rafaela y su hermana mayor Lara Valentina a practicar deportes. "Por otro lado ser mamá de la arquera significa sufrir más que todos. Y ni hablar cuando el partido va a penales", contó la mamá apostoleña que fue secretaria de Turismo de Apóstoles.
En el fútbol femenino de Brasil, cada vez más masivo, la elogian por sus reflejos, técnica y lectura del juego. Además, es una atleta completa, porque ganó la maratón del Día Internacional de la Mujer en su categoría, el domingo pasado.
Sus abuelos maternos son el doctor Carlos Andrés "Naldy" Paredes y María Cristina Báez. Es sobrina además del destacado artista plástico Andrés Paredes, hermano de su mamá.
La jugadora recibió elogios del ex entrenador del seleccionado mayor de Brasil, Luiz Felipe Scolari. En 2019 estuvo entre los 6 atletas seleccionados entre 150 aspirantes por el Centro Olímpico de Treinamento e Pesquisa (COTP) en San Pablo, el mayor centro de formación de categorías de base de fútbol femenino de América Latina.
"Por suerte le va muy bien en el cole, y tiene un acuerdo con los profes que siempre le ayudan, cambiándole fechas de pruebas. En el centro olímpico le exigen el boletín a cada tanto y también le brindan atención psicológica, nutricionista, fisioterapia y médicos que la acompañan periódicamente", señaló Valeria.
Con el plantel del Paraná Club de Curitiba, Rafi integró como arquera el equipo campeón del primer campeonato del equipo femenino del club Paraná tan reconocido en Brasil como su formación masculina.
El equipo profesional femenino del Paris Saint-Germain es una de las potencias del fútbol mundial en esa categoría y en todo el mundo observa y apoya niñas en sus sueños de ser jugadora profesional. Allí, ya brilla Rafiña. El sueño por cumplirse está cada día más cerca.
A los 8 años se inició en la Escuelita de Gremio de Sana María. Era la única nena en la competencia donde ganó dos premios: Atleta Destacada y valla menos vencida, entre 120 varones de su edad.
A los 9 años, contó ella misma en su Facebook, pasó por la Escuela Oficial del Gremio en su ciudad y por el Club Recreativo Dores en Futsal.
En 2019 su familia se mudó a Florianópolis jugando en el Sub 10 para el Club Marítimo Floripa, jugando no sub-10 y para la Escuelita de Grêmio de Canasvieiras. Luego la llamaron de la Selección Femenina de Florianópolis.
En noviembre pasado en el Centro Olímpico de Treinamento e Pesquisa fue seleccionada entre 150 niñas de 10 a 15 años y pasó a jugar en el equipo por el campeonato.
Este año tiene que viajará una semana por mes para entrenar en los clubes Paraná Clube de Curitiba, donde ya hizo pretemporada, y en el Centro Olímpico, sus padres pidieron ayuda en las redes.