Andy Berdún relató en su diálogo con Red Ciudadana el angustiante momento que vivió este fin de semana en horas de la noche. Contó que mientras se dirigía a la parada de la línea 05, sobre Uruguay y Cabred, un grupo de patoteros que se encontraban en la misma parada comenzó a proferir insultos y agravios para los amigos en torno a su condición sexual.
Él cuenta que esto es algo común y hasta, lamentablemente, cotidiano. Sin embargo el grupo de violentos no quedó satisfecho con la agresión verbal y comenzaron a golpearlo a él y su amigo. Berdún relata que la golpiza fue salvaje. Al grito de "hay que matar a todos los gays", los patearon mientras estaban tendidos en el suelo.
Los agresores se alejaron y dejaron tirados en el suelo a los dos amigos, pero el mal momento aún no había terminado. Como la agresión fue en inmediaciones de la Comisaría Tercera, Berdún decidió acercarse a realizar la correspondiente denuncia; pero los agentes, lejos de actuar con el correspondiente profesionalismo que refiere a la autoridad que representan, con desdén le dijeron que "no había móvil" y le cerraron la puerta, siempre según el relato de Berdún.
Éste, malherido por la golpiza, se alejó de la Comisaría con rumbo al Comando Radioeléctrico - que se encuentra a unas tres cuadras de esa dependencia -, a ver si allí obtenía algún tipo de respuesta. No obstante, en este trayecto y producto de una lesión que aduce haber recibido en las piernas, tropieza y cae, momento en el cual casi es embestido por un colectivo. Esta caída y el caminar errante del muchacho - por los golpes que recibió - llamó la atención de los policías que, entonces, optaron por lo insólito: demorarlo a él.
Lo llevaron hasta la misma comisaría en la que, minutos antes, había intentado hacer una denuncia y según contó, los mismos efectivos lo volvieron a golpear en su malherida pierna. Sin embargo no lo detuvieron. En ese momento no pudo denunciar a sus agresores.
Andy Berdún contó que no es la primera vez que es víctima de este crimen de odio, ya sean agresiones por parte de desconocidos o burlas e indiferencia por parte de la Policía, a lo que remarcó "sólo quiero que me traten como a cualquier otra persona, nada más".