¿Será que cada padre sueña con tener un Messi en la familia y por eso semejante desesperación? Parece ser lo que sucedió en lo que debía ser una fiesta deportiva en el Club Huracán de Posadas, donde jugaban chicos del local y de guaraní, pero el partido se suspendió ante los insultos y las actitudes violentas de padres de los futbolistas.
Se esperaba el partido entre Huracán y Guaraní Antonio Franco por el Apertura de las inferiores de la Liga Posadeña de Fútbol. Pero la fiesta deportiva se inundó de insultos de los padres de los jugadores y el árbitro suspendió el partido de la categoría 2006.
Lucas Suárez, juez del cotejo, decidió suspender el encuentro. Ahora será el Tribunal de Penas del Departamento de Inferiores quien se expedirá sobre lo ocurrido. Los árbitros ya no quieren actuar en canchas sin alambre perimetral por temor a los actos de violencia.
Según relató el coordinador de las inferiores, Silvio Alvarenga, hace un tiempo que se tomó la decisión de terminar con este tipo de inconductas que "no le hacen nada bien al fútbol infantil, y que son provocadas por padres y entrenadores".
Alvarenga comentó que "muchas veces se escucha de parte de algunos padres cosas como ¡rompele!, ¡patealo! o ¡pegale! No estaban dadas las garantías de seguridad en cancha de Huracán, por lo que el árbitro decidió suspender el partido".
El fin de semana próximo se juegan las revanchas y luego habría una pausa por los torneos invernales organizados por Guaraní, Crucero del Norte y Jorge Gibson Brown.