Walter Graziano es un economista mediático que varias veces fue parte del ciclo de Duro de Domar en C5N y ayer por la noche, Agustina Peñalva le hizo una denuncia pública por acoso. Además, la joven periodista también acudió a la Justicia y cuenta con un botón antipático por las dudas. Sin embargo, aclaró que su vida es un calvario y que no puede vivir tranquila.
La decisión de Walter Graziano
Entre llanto y con la voz quebrada, Agustina Peñalva lo denunció al aire en C5N y rápidamente el tema escaló a nivel nacional. Muchas personas identificaron al acusado en sus redes sociales, que tras el hostigamiento cerró su cuenta de Instagram.
La última denuncia se radicó el viernes pasado en la Fiscalía 18 de la Ciudad, a cargo de Juan Cruz Ártico; está caratulada como hostigamiento. Ante esto, Graziano se apersonó en la fiscalía con un abogado, según lo que difundió el medio. Mientras tanto, Ártico le estableció la imposibilidad de acercarse a la periodista y de contactarla a través de cualquier medio. Además, pidió medidas de prueba.
Además, el hombre admitió haberse acercado una vez a regalarle flores y un libro a Agustina, pero negó el acoso.
Un relato que conmovió
Agustina contó que todo empezó en los primeros días de agosto, cuando un hombre identificado como Walter empezó a acosarla a través de redes sociales. “Me manda entre 20 y 30 mensajes por día. Un día me dijo que esperaba el momento para encontrarme sola. Ahí entendí que no era solo algo digital: me persigue y vive a ocho cuadras de mi casa”, subrayó.
Cuando el hostigamiento avanzaba, la periodista intentó bloquearlo de todas las plataformas, pero el agresor se creaba nuevas cuentas para seguir contactándola. “Lo bloqueo por Instagram y empieza por X. Lo bloqueo de nuevo y se abre otra cuenta. Es un círculo que no termina nunca”, explicó angustiada.
Durante la transmisión, Agustina decidió hablarle directamente a su acosador, con un mensaje que reflejó tanto miedo como agotamiento: “No quiero nada tuyo. No quiero flores, ni libros, ni chocolates. Solo quiero volver a vivir tranquila. Quiero poder ir al supermercado sin miedo. Te tengo miedo, y te pido por favor, déjame tranquila”.
