Todo parecía una salida común, pero terminó en una pesadilla para Yuli, una joven que relató en redes sociales cómo comer sushi cambió su vida para siempre. Inició con unas piezas, pero se transformó en un diagnóstico inesperado: lupus eritematoso sistémico, una enfermedad autoinmune crónica. Ahora, busca contar su historia en las plataformas y generar conciencia.
El inicio de la enfermedad
De acuerdo a lo que relató en un video que se volvió viral, después de comer algunas piezas de sushi empezó a sentir fuertes malestares. Primero le diagnosticaron salmonella y fiebre tifoidea, pero la situación empeoró. Comenzó a desarrollar pancreatitis, atravesó una cirugía de vesícula de alto riesgo y sufrió parálisis facial. Luego de varios estudios, le terminaron dando el resultado más doloroso: lupus.
Internación y un duro testimonio
La joven estuvo 23 días en el hospital, muchos de ellos en cuidados intensivos. En su historia cuenta que más de 12, necesitó ser asistida en la alimentación porque no podía tragar agua: “Era un dolor constante, como si mi cuerpo se hubiera rendido”, confesó.
Hoy, en sus perfiles de redes sociales cuenta como es el proceso de recuperación y los desafíos que le conlleva vivir con esta enfermedad crónica.
¿Qué relación existe entre el sushi y la salmonella?
El Tiempo le consultó a especialistas y estos explicaron que las infecciones por Salmonella pueden ser desde cuadros leves de gastroenteritis hasta casos graves que requieren internación. Por su parte, la fiebre tifoidea, provocada por la variante Salmonella Typhi, es una infección sistémica que necesita tratamiento antibiótico inmediato.
El consumo de pescado crudo, como el sushi, está asociado a brotes de parásitos y bacterias. Si la cadena de frío o la manipulación del producto no cumple con las condiciones estrictamente, los riesgos aumentan.
Qué es el lupus
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune que ataca a los tejidos del cuerpo y puede afectar a las articulaciones, la piel, los riñones e incluso órganos internos. Algunos estudios sugieren que infecciones graves puede ser detonantes en personas predispuestas, aunque no significa que todas las infecciones terminen en lupus.
