El batacazo del radical Leandro Zdero en la provincia de Chaco no sólo le permitió a la coalición Juntos por el Cambio (JPC) potenciar el envión de cara a las elecciones presidenciales, sino que además convalidó la reconfiguración del mapa de poder que determinará la convivencia política en los próximos años.
Zdero se impuso con más del 46% de los votos sobre Jorge Capitanich, que buscaba su reelección en una provincia donde el peronismo gobernaba hace 16 años. El triunfo entusiasmó a JPC que se encamina a quedarse con la conducción de una porción mayoritaria de las provincias al término del año electoral.
La candidata a presidente por el frente opositor, Patricia Bullrich, se trasladó al búnker para celebrar con Zdero. “Es un punto más de inflexión. Y, para mí, se trata de un cambio irreversible para que no vuelvan más los feudalismos que empobrecen a la gente”, destacó la exministra de Seguridad que emprendió recientemente una gira para reforzar su campaña.
Por ahora, se realizaron 17 comicios a gobernador y, el próximo domingo será el turno de Mendoza, donde JPC descuenta que el senador radical Alfredo Cornejo se impondrá y volverá a conducir la provincia.
Cornejo se posicionó como el favorito en las PASO, donde ganó la interna contra Luis Petri (ahora compañero de fórmula de Bullrich) y el Frente Cambia Mendoza cosechó más del 42,6% de votos.
El próximo 22 de octubre, cuando se realicen las generales nacionales, también se elegirá gobernador en Entre Ríos, Buenos Aires, Catamarca y jefe de gobierno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La expectativa de JPC es también quedarse con el Ejecutivo en Entre Ríos, donde el exponente del PRO Rogelio Frigerio se impuso en la interna y consiguió que la coalición sea la más votada en las PASO, con el 45,9%.
Con la reciente victoria, JPC se convirtió en el espacio con mayor poder territorial, al sumar seis gobernaciones: la de Zdero, en Chaco; la de Maximiliano Pullaro, en Santa Fe; la de Ignacio Torres, en Chubut; la de Marcelo Orrego, en San Juan; la de Carlos Sadir, en Jujuy; y la de Claudio Poggi, en San Luis.
En tanto, el oficialismo nacional, representado por la coalición Unión por la Patria (UP), ganó en 5 provincias. En La Pampa con Sergio Zillioto; en La Rioja, con Ricardo Quintela; en Tucumán, con Osvaldo Jaldo; Formosa, con Gildo Insfrán, y Tierra del Fuego con Gustavo Mellela.
Además, UP contará con gobernadores aliados en Salta, donde se impuso Gustavo Saenz, y en Misiones, donde ganó Hugo Passalacqua.
El mapa se completa con la presencia de las fuerzas provinciales, como es el caso de Santa Cruz, donde el sindicalista petrolero Claudio Vidal deplazó a Alicia Kirchner; de Córdoba, donde Martín Llaryora le dará continuidad a la gestión del peronismo no kirchnerista; de Río Negro, donde Alberto Weretilneck emprenderá un tercer mandato y de Neuquén, donde Rolando Figueroa, el dirigente promovido por Mauricio Macri, desplazó al MPN tras 60 años de hegemonía.
La contienda en los distritos restantes determinaría una nueva distribución de poder inédita desde el retorno de la democracia. Si JPC, como se prevé, gana Mendoza, CABA con Jorge Macri y además consigue el triunfo en Entre Ríos, tendrá el control de 10 territorios mientras que el PJ puro quedará replegado en 6 provincias si el bonaerense Axel Kicillof consigue su reelección.