“La hipocresía progresista”, tituló Javier Milei la dura carta que publicó esta tarde en el marco del escándalo desatado por la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández, su exesposo y expresidente de la Nación.
Sin mencionar a la víctima ni al denunciado, el mandatario hizo hincapié en la “estafa de las políticas de género”, sosteniendo que nunca constituyeron un medio para solucionar los problemas de quienes sufren violencia de este tipo.
Cabe mencionar que el Gobierno de Milei cerró el Ministerio de la Mujer, como también mantiene con muy poco personal la línea 144, aunque el vocero presidencial Manuel Adorni la recordara en un tuit en la tarde de este martes, lo que fue tomado por movimientos feministas como un “mensaje cínico”.
“La solución no es crear un ministerio”
“A pesar de sufrir constantes ataques y difamaciones, siempre tuvimos el coraje de decir la verdad. Sin importar las consecuencias. Porque ese es nuestro compromiso con la sociedad. Compromiso que cumplimos el día 1 de gobierno terminando con esta estafa que titularon ‘políticas de género’. Una estafa de la cual se beneficiarion unos pocos, pero que financiaron todos los argentinos”, comenzó su reflexión el presidente.
En el texto, sostuvo que “la solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer”. Así como consideró que tampoco lo es “contratar miles de empleados públicos innecesarios, no son los cursos de género y definitivamente tampoco es adjudicarle a todos los hombres una responsabilidad solo por el hecho de ser hombres”.
Según Milei, “la única solución para bajar el delito es ser duros contra quienes los cometen”. “Aumentar la burocracia estatal es una estafa moral, fiscal y política. Es aprovecharse de un problema grave para hacer negocios”, subrayó.
“Somos los violentos”
Al final de su carta dejó lugar para recordar las acusaciones que se le hizo a su espacio político por manifestar en contra, desde el primer momento, de las políticas de género y del feminismo.
“Siempre sostuvimos lo mismo y, como fuimos los únicos en denunciar esta estafa, todos ellos nos acusaron, sin ninguna prueba, de ser machistas, violentos y misoginos. Es decir, utilizaron esta problemática no solo para hacer negocios, sino también para hacer política”, expresó.
Y continuó: “Las causas nobles en las que se embanderan como la igualdad de género, son una excusa para justificar sus negocios. Porque cuando vamos a los hechos, los de ellos siempre son buenos y los nuestros siempre son monstruos. No importa que haga cada uno. Ellos pueden golpear, maltratar, violentar, robar y cualquier otra atrocidad pintados de verde y mostrándose como aliados. Mientras que nosotros, que valoramos a cada individuo como un fin en sí mismo, somos los que venimos a cortar derechos, somos los violentos, etc”.
Por último, cerró con una frase categórica: “El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones”.