El ministro de Economía, Sergio Massa, y la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, se reunieron por separado y en menos de 24 horas con la mesa chica de la Confederación General del Trabajo (CGT). El objetivo fue “llevarles tranquilidad” y fortalecer los canales de diálogo, que parecían haberse debilitado en el último tiempo.
Los gremialistas consiguieron la garantía sobre algunos puntos clave: la defensa de las paritarias libres y del modelo sindical y la “buena voluntad” para superar la crisis de las obras sociales y la ratificación de que el Gobierno no promoverá un aumento de suma fija. También se habló del bono del fin de año, aunque no hay grandes novedades al respecto.
En primer lugar, fue el turno de Massa y tres dirigentes. En la reunión de este lunes analizaron alternativas para superar la crisis financiera de las obras sociales. Desde la CGT, habían alertado sobre el colapso del sistema luego de que la Cámara de Diputados votara en contra de un artículo del proyecto de Presupuesto 2023 acordado con el Frente de Todos y que permitiría un alivio en los números en rojo de las prestadoras sindicales de salud.
También en ese aspecto, desde la central reclamaban los $24.000 millones prometidos por Massa a las obras sociales. Debían ser cuatro pagos de $6000 en septiembre, octubre, noviembre y diciembre, provenientes del sistema sindical de salud, más precisamente del aporte de trabajadores y empresarios y que debería haber sido girado al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), desde donde se pagan los reintegros a las obras sociales.
Massa había prometido intentar solucionar este conflicto, de aquel compromiso surgió la reciente reunión realizada en las oficinas del ministro, en avenida del Libertador al 800, en el barrio de Retiro. Estuvieron el cotitular de la CGT Carlos Acuña (estaciones de servicio); el secretario adjunto cegetista, Andrés Rodríguez (UPCN)I, y el secretario de Acción Social, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), el mayor especialista sindical en el sistema de obras sociales.
En ese marco, hablaron de cómo compensar la frustrada sanción de un artículo del Presupuesto 2023, propuesto por el Poder Ejecutivo, que contemplaba incorporar $175.000 millones para que el Estado se hiciera cargo de los gastos de educación y transporte en el rubro discapacidad y, además, de la financiación de los medicamentos de alto costo y tratamientos de alta complejidad. Esos eran parte de los reclamos hechos por la CGT.
Por esto, Massa y la CGT hablaron de que las partidas presupuestarias del área de salud se vayan depositando en tiempo y forma para que las obras sociales tengan los fondos necesarios para que se reintegren las prestaciones de discapacidad en materia de educación y transporte. Si bien no hay un fondo especial para que el Estado asuma esos costos, una más rápida distribución del dinero recaudado permitiría cubrir los desfases.
La reunión con la ministra de Trabajo
En la tarde de este martes, fue el turno de la ministra Olmos, quien visitó la sede de UPCN para reunirse con 12 dirigentes cegetistas. Se trató de su primer encuentro con la central obrera desde que asumió su cargo. No obstante, había recibido hace una semana a Pablo Moyano, uno de sus cotitulares, en medio de las paritarias del Sindicato de Camioneros.
En el breve encuentro, la CGT le expresó su respaldo, mientras la funcionaria devolvió la gentileza manifestando la defensa el sistema de paritarias libres y el modelo sindical. Además descartó el aumento salarial de suma fija que promueve el kirchnerismo y ratificó que está en estudio un bono de fin de año.
Durante la charla, compartieron la preocupación por la escalada inflacionaria y cuando los sindicalistas le advirtieron que podría crecer la conflictividad si no se estabiliza el costo de vida, Olmos dijo que entendía la postura gremial y que “el Gobierno trabaja para solucionar ese problema”.