¿Cuáles fueron los motivos de la derrota? ¿Quiénes fueron los responsables? ¿Qué posición hay que tomar en el balotaje? Y sobre todo, ¿La coalición seguirá unida? ¿Bajo qué liderazgo? Son algunos de los principales interrogantes detrás de las caras largas que asomaron en el búnker de Juntos por el Cambio luego de que Patricia Bullrich quedara relegada al tercer puesto en las elecciones de este domingo.
El mal resultado en los comicios colocó a la alianza en un estado de máxima tensión entre sus socios. Son horas de reproches y pases de factura entre la UCR, el PRO y la Coalición Cívica. Mauricio Macri aparece como blanco de la mayoría de las críticas por sus señales a favor de Javier Milei a lo largo de la campaña.
Según supo este medio, el titular de la UCR, Gerardo Morales, quedó enojado con el expresidente porque cree que condicionó a Bullrich para que apuntara contra el “populismo” y no contra Milei en su discurso en Parque Norte. “Desde el lugar que me toque, no me rendiré nunca en mi lucha contra el populismo”, insistió la candidata del PRO este lunes en las redes sociales.
En ese sentido, hay quienes interpretan que el discurso del “anti-kirchnerismo”, que fue la prenda de unidad en 2015 y la razón de ser de la alianza, quedó obsoleto ante la irrupción de Milei. La confrontación con el libertario, según esta mirada, llegó de manera tardía en la campaña.
Los guiños de Milei y Massa
Los dos participantes de la segunda vuelta electoral se disputan los votos de Juntos por el Cambio: Milei centra su mirada en el PRO y Massa hace lo propio con el radicalismo.
En su discurso triunfal, el postulante de Unión por la Patria ahondó la grieta “cambiemita” y convocó directamente a los votantes de la UCR en busca de aumentar su caudal electoral. El radicalismo, a través de Morales, ya le había cerrado la puerta a un acuerdo con La Libertad Avanza.
Milei también hizo lo suyo y volvió a hablar de su cercanía a Macri. “Estuve hablando estos días con el ingeniero Macri. Yo tengo una muy buena relación y además lo escucho mucho”, reveló este lunes a Radio Mitre y aseguró que está “dispuesto a escuchar” al exmandatario porque “su experiencia ha sido muy valiosa y tiene mucho para aportar”.
En el medio, la Coalición Cívica también encara un debate interno y deja trascender resquemores. Tras subirse al escenario en el búnker, Elisa Carrió lanzó una indirecta hacia Macri. “Yo diseñé una estrategia y no fui escuchada el año pasado. Hay que preguntarle al líder de la estrategia”, dijo a Cadena 3. Este lunes, ratificó su apoyo a Bullrich con una foto que publicó en redes sociales.
Asimismo, siguen los balances negativos sobre las consecuencias de la feroz interna entre Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. “La interna hizo mucho daño. La gente no comprendió que era parte de una discusión política. Quizás esa discusión se dio en un momento donde Argentina no estaba en condiciones de darla y dividimos el voto opositor con Milei”, interpretó el diputado Luciano Laspina, integrante del equipo económico del “bullrichismo”, en diálogo con CNN Radio.
El rol de los gobernadores
La discusión que ya atraviesa Juntos por el Cambio no se limita a la postura en la segunda vuelta electoral, sino que también abarca al futuro mismo de la alianza. Si bien las pocas expresiones públicas hasta el momento son de unidad, los recelos que circulan por lo bajo ponen en duda la continuidad de la alianza.
El principal activo de Juntos por el Cambio son los 10 gobernadores con los que contará a partir del 10 de diciembre. Este domingo, la coalición (que ya había conquistado ocho provincias) logró la elección de Rogelio Frigerio en Entre Ríos y quedó a un paso de retener la Ciudad de Buenos Aires con Jorge Macri.
Según supo este medio, los mandatarios electos ya entablaron los primeros contactos en busca de convertirse en los garantes de la unidad. Incluso se creó un grupo de WhatsApp para darle forma a ese armado y empezar a definir los nuevos liderazgos. El mendocino Alfredo Cornejo y el santafesino Maximiliano Pullaro son dos de los que piden pista.
El escenario es menos alentador en el Congreso, donde Juntos por el Cambio empeoró su performance respecto de las PASO. Las primarias le daban al interbloque 107 diputados, pero finalmente tendrá 93. No será primera minoría, como indicaban las proyecciones, sino que quedó debajo de Unión por la Patria, que ocupará 105 bancas.
En principio, parece difícil que el interbloque se mantenga unido, aunque todavía eso no se discute y nadie arriesga un pronóstico. Hay un dato clave y es que Unión por la Patria necesitaría de un sector de Juntos por el Cambio para avanzar con las leyes de Massa, porque quedó a 24 diputados del quórum. ¿Encontrará colaboración en el sector más moderado de la alianza? Otro interrogante entre varios.