La crisis del 2001 fue uno de los momentos más duros de la historia argentina tras la vuelta a la democracia. La inestabilidad política y económica terminó por revelar a una sociedad cansada del hambre y descreída del poder. Los cacerolazos, el “que se vayan todos” y una Plaza de Mayo signada por las piedras son algunos de los recuerdos que aún persisten de aquel diciembre negro.
Quienes lo vivieron recuerdan aquella épooca como una vorágine hacia el fondo del pozo. La icertidumbre y la inestabilidad marcaron a fuego a la parte de la sociedad que día a día tenía que resolver cómo llevar un plato de comida a la mesa.
Eso, sumado a la inestabilidad económica pero también política que derivó en un paseo de cinco presidentes en apenas 11 días en la Casa Rosada tras la renuncia de Fernando De la Rúa, terminaron por profundizar una de las crisis más oscuras de la Argentina.
Pero los sub 25, o hasta nos animamos a decir que gran parte de los “millennials”, no recuerdan estos trágicos y complicados momentos que atravesó el país. Es por esto que recopilamos los momentos más emblemáticos del estallido social de diciembre del 2001, para no olvidar.
Cuáles fueron las principales causas de la crisis del 2001
Entre las principales causas de la explosión social registrada por entonces se reconoce la política económica del ministro Domingo Cavallo al inaugurar lo que se conoció como “el corralito”. Se trató de una medida de retención de capitales en los bancos por la cual solo estaba permitido a los ahorritas retirar hasta 250 pesos semanales -que todavía equivalían a 250 dólares- de cajeros automáticos y de las cajas bancarias.
La Argentina ya venía de años de recesión económica, caída del empleo y empobrecimiento de la población. También fue un período de fuertes privatizaciones y de cambio de modelo de Estado con políticas neoliberales implementadas durante las gestiones de Carlos Menem.
El corralito, el detonante del estallido social del 2001
El denominado “corralito” marcó el inicio del fin del gobierno de Fernando de la Rúa y el comienzo de la crisis del 2001. El objetivo era intentar salvar el modelo de la Convertibilidad (basado en la paridad 1 a 1 del peso con el dólar) frenar la caída de las reservas, y evitar un default, sus efectos ocasionaron todo lo contrario.
Con el propósito de aferrarse a su promesa de mantener la convertibilidad y evitar una devaluación, De la Rúa acudió a Cavallo, mentor de esa norma que, en 1991, durante la presidencia de Carlos Menem había establecido que, por cada dólar que ingresara a las reservas, se emitiría un peso.
El ultimo manotazo de ahogado resulto entonces el “corralito”, que estableció el 2 de diciembre de 2001, un límite de 250 pesos semanales para el retiro de fondos bancarios.
Cómo nació el “que se vayan todos”
El “que se vayan todos” fue un grito que logró unir las voces de millones de argentinos y argentinas cansados y golpeados por la caída de la economía, la pérdida del empleo y las restricciones monetarias encontraron en aquellas palabras el consuelo y la solución a los males que acarreaban en sus bolsillos.
Luego de una semana maratónica donde en once días se sucedieron cinco presidentes, la credibilidad política quedó debilitada y la sociedad manifestó la urgente necesidad de un recambio de las autoridades políticas y de gobierno.
Crisis política: cinco presidentes en 11 días en Argentina
Tras la renuncia de De la Rúa, se profundizó la crisis institucional y en un lapso de 11 días Argentina tuvo cinco presidentes distintos. Ellos fueron:
- Fernando De la Rúa
- Ramón Puerta
- Adolfo Rodríguez Saá
- Eduardo Camaño
- Eduardo Duhalde
El saldo: los muertos que dejó el estallido social del 2001
Las protestas dejaron un saldo de 39 muertos, estado de sitio y la peor crisis económica y social de la historia reciente del país.
En total fueron 39 las víctimas fatales de la represión ordenada por el Gobierno de La Rua para reprimir las protestas que se desataron en todo el país. Aquel 20 de diciembre, marcó el fin de una era económica, signada por la Ley de Convertibilidad y las políticas del Consenso de Washington