La ausencia de mujeres y la merma de presencia federal asoman como los cuestionamientos más firmes que desató la decisión del presidente Javier Milei de nominar al juez federal Ariel Lijo y al académico Manuel García Mansilla para la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En el caso del magistrado de los tribunales federales de Comodoro Py, se suman graves imputaciones por presuntos actos de corrupción.
La llamada “agenda de género” que el gobierno nacional rechaza quedó expuesta con la nominación de Lijo y García Mansilla. De resultar electos, las cinco sillas del máximo tribunal de justicia serán ocupadas por hombres.
En el Senado recuerdan que entre 2005 y 2021, de las cinco plazas de la Corte Suprema, dos fueron ocupadas por Carmen Argibay (fallecida en 2014) y Elena Highton de Nolasco (retirada en 2021). Argibay fue la primera mujer en ser nominada a la Corte por un gobierno democrático.
Ya empezó en la Cámara Alta el debate por la falta de representación femenina en la Corte. La senadora nacional por Córdoba, Alejandro Vigo, afirmó que “en pleno sigo XXI, con los avances y conquista que logramos las mujeres, solo podemos ver con desagrado la falta de perspectiva de género en la propuesta anunciada por el Poder Ejecutivo Nacional para la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
Para Vigo, se trata de “un retroceso significativo” y recordó que en 2020 apoyó un proyecto que propone la igualdad de género en el Poder Judicial. “Seguiré trabajando por la equidad, y la igualdad de nuestros derechos”, dijo.
El debate en el Senado sobre la representación femenina en la Corte anticipa un escenario complicado para el oficialismo de La Libertad Avanza. Casi la mitad de las bancas son ocupadas por mujeres. Sobre 33 senadoras, con el voto negativo de 25 de ellas los pliegos no alcanzarán los dos tercios requeridos.
El Colectivo de Mujeres del Derecho y la Asociación de Mujeres Jueces también le apuntaron a las nominaciones por ir contra el Decretto 222/03 que “se refiere a la diversidad de género para la integración del Máximo Tribunal Federal”. Se exigió que las vacantes sean cubiertas por mujeres porque el país “cuenta con grandes juezas, académicas y expertas jurídicas”.
En un comunicado oficial, el gobierno explicó que la nominación de Lijo es para cubrir la vacante de Highton de Nolasco, mientras que la candidatura de García Mansilla anticipa el lugar que esperan que deje a fin de año el cordobés Juan Carlos Maqueda, cuando cumpla 75 años en diciembre, el tope de edad establecido para el cargo.
García Mansilla, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, llegó a la nominación por fuera del ámbito de influencia del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Su nombre fue impulsado por Santiago Caputo, el asesor e integrante del círculo íntimo presidencial.
Fueron varios los argumentos que convencieron al presidente Milei de nominar a García Mansilla. Abogado y asesor de empresas petroleras, esta especialización está alineada con el objetivo del gobierno de Milei de desarrollar y desregular el sector energético.
Como académico, García Mansilla expuso su postura contra el aborto legal en las discusiones parlamentarias de 2019, posición compartida en el mundo libertario y conservador. “No fallan. Todos antiderechos”, criticó la diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman.
En el plano económico, García Mansilla sostuvo que la dolarización era constitucional contra lo afirmado por Horacio Rosatti, presidente de la Corte.
Aunque nacido en Bariloche en 1970, García de Mansilla desarrolló su carrera en CABA, ciudad donde nació Lijo y donde ejerció sus funciones en la justicia federal. De los actuales integrantes de la Corte, Carlos Rosenkrantz también es de CABA. Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti son de Santa Fe y Maqueda de Córdoba. Las eventuales nuevas designaciones desequilibran el criterio federal que fija el decreto 222/03, que regula la nominación de los candidatos a la Corte y fue firmado por Néstor Kirchner. Allí se estableció que la composición de la Corte debe reflejar “las diversidades de género, especialidad y procedencia regional en el marco del ideal de representación de un país federal”.
La nominación de Lijo recibió otras observaciones. “Se encargó de los trabajos más sucios para tapar la corrupción”, opinó el abogado Daniel Sabsay en charla con el periodista Marcelo Longobardi.
“Ariel Lijo es la casta millonaria con haras de caballos imposibles de pagarse con sueldos públicos. Es parte del freezer que administra el banco de la impunidad desde Comodoro Py como denunció Elisa Carrió. La causa YPF es la mejor prueba de eso. Vergüenza Milei”, lo criticó el jefe de los diputados de la Coalición Cívica, Juan Manuel López. La CC anunció que impugnará la nominación y recordó que impulsa juicios políticos en el Congreso contra Lijo y contra Lorenzetti .
“Sepa que Lijo y Lorenzetti lo van a extorsionar a usted. ¿Quién va a invertir con esta calidad institucional?”, insistió López, en un mensaje al presidente Milei.
Desde el sector de Carrió se emitió un alerta: “Si Lijo llega a la Corte es con los votos del kirchnerismo y si los senadores de Cristina lo votan es porque le garantizan impunidad. Esperemos que la UCR y el PRO no se presten”.
Se especula que muchas de las 16 mujeres del interbloque peronista resistirán las nominaciones. La posición anti-aborto legal de Mansilla va contra las ideas defendidas por las senadoras kirchneristas, Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, por ejemplo. Hasta este jueves, sin embargo, ninguna de las dos senadoras se había pronunciado respecto a las nominaciones.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió la candidatura de Lijo. Ante una pregunta del periodista Ignacio Ortelli en la conferencia de prensa de hoy, argumentó que Lijo es “el único juez que tiene especialización en derecho penal que el resto no tiene y además ha hecho carrera en el Poder Judicial”.
Cuando se le insistió si no había otra alternativa entre los especialistas en derecho penal, Adorni respondió: “Dentro de la experiencia que el Presidente Milei ha evaluado en diferentes casos, por supuesto que no. Siempre se va a poner en valor la experiencia, trayectoria y la capacidad que tenga para ejercer el cargo, que es lo que ha evaluado el presidente Milei”, completó Adorni.
“Quiero agradecer al Presidente de la Nación por la honrosa distinción que me hace al nominarme para el cargo de juez de la Corte. En caso de ser debidamente nombrado, asumiré el compromiso de desempeñar mis obligaciones como juez, de forma recta e imparcial, sin distinción de persona alguna, respetando siempre la Constitución Nacional”, dijo García Mansilla sobre su candidatura.