Las elecciones del 22 de octubre definieron que el próximo presidente de los argentinos será o Sergio Massa, de Unión por la Patria, o Javier Milei, de La Libertad Avanza. Ambos, deben someterse este domingo a un balotaje, pero hay un tercer candidato que muchos elegirán: el voto en blanco. La pregunta es, ¿cómo se contabiliza esa opción en esta instancia?
El voto en blanco tiene alcances diferentes según la elección de que se trate. Desde el Observatorio de Calidad Institucional de la Universidad Austral explican cómo funciona.
En las primarias el voto en blanco se contabiliza en los resultados finales e incide en ellos, porque definen los votos “válidos”. El voto válido es aquel que fue correctamente emitido y puede haber sido para un candidato específico (voto positivo) o para nadie (en blanco).
En las PASO se cuenta porque compite como una lista más con aquellas que pretenden llegar a la elección general en la competencia y les quita votos para obtener el piso obligatorio del 1,5% del padrón para pasar de ronda electoral.
Pero en las elecciones generales y en el balotaje solo valen los votos afirmativos, es decir, los que fueron otorgados a favor de un candidato.
En el balotaje los votos blancos se retiran y aumentan los porcentuales de los candidatos que fueron votados, en la proporción que ya tienen. Con lo cual, el candidato que obtuvo más votos positivos tendrá un aumento de proporción mayor. En resumen, en el balotaje, votar en blanco es votar perdiendo el voto.
Un ejemplo práctico
Si de cada 10 votos, 4 fueron para Massa, 4 fueron para Milei y 2 fueron en blanco, a simple vista que cada candidato tiene el 40% y hay otro 20% de voto en blanco.
Sin embargo, al momento de los resultados finales que consagraran un presidente, el 20% de votos en blanco -del ejemplo- se retira del conteo y queda sólo el 80% de los votos positivos destinados a los candidatos. Como de los 8 votos, cada uno de los candidatos obtuvo, 4, el resultado final será del 50% para cada uno de ellos (4 sobre 8) y no del 40% (4 sobre 10) como podría imaginarse. Es decir, los votos en blanco se pierden, engrosando los porcentajes de los positivos.