La casa ubicada en las calles Jáchal y Chañar, en Florencio Varela, donde fueron hallados los cuerpos de Morena, Brenda y Lara, volvió a ser noticia tras detectarse cambios en la vivienda que generan sospechas sobre posibles intervenciones en la escena del triple crimen.
Durante una recorrida por el lugar, el periodista Alan Ferraro advirtió que la puerta de madera de entrada, que en visitas anteriores estaba cerrada, ahora aparece violentada.
“Está reventada esa puerta. Puedo ver hacia adentro. Me llama la atención, no sé si es que hubo algo”, señaló en el programa Arriba Argentinos.
Ferraro agregó que también se modificó el acceso exterior: la reja que antes estaba atada con una soga —y donde había un perro— ya no presenta ese sistema. El animal fue retirado y en su lugar colocaron una cadena con candado. Además, el portón lateral negro, que antes no estaba asegurado, ahora sí permanece correctamente cerrado.
Un riesgo para la investigación
El domicilio, alquilado por una pareja que permanece detenida como principal sospechosa del crimen, es considerado un punto clave en la investigación judicial.
Según Ferraro, estas modificaciones podrían afectar el proceso: “Esta es la escena del crimen, hay gente que todavía no prestó ningún tipo de declaración. Si la Justicia llegase a ordenar un nuevo allanamiento, cualquiera podría decir que la escena del crimen no fue debidamente resguardada. Por ende, se podría perder el valor de cualquier prueba que pueda surgir desde este lugar en el marco de la investigación”.
La preocupación radica en que cualquier alteración en la vivienda podría comprometer la recolección de evidencias y debilitar la causa que investiga el triple femicidio que conmocionó a Florencio Varela.