El departamento del sexto piso “A” del edificio ubicado en la calle Aguirre al 200, en el barrio porteño de Villa Crespo, fue escenario este miércoles de una tragedia familiar que conmocionó a toda la comunidad: Adrián Seltzer, su esposa Laura Leguizamón y sus dos hijos adolescentes, Ian e Ivo, fueron hallados sin vida.
Según los primeros datos de la investigación, se sospecha que la mujer habría asesinado a su pareja y a sus hijos antes de quitarse la vida. Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que podría haber actuado bajo los efectos de un brote psicótico.

Los cuatro cuerpos fueron hallados en diferentes sectores del departamento de 100 metros cuadrados donde vivía la familia. Para los investigadores, la ubicación de cada uno y las manchas de sangre presentes en el lugar son elementos fundamentales para reconstruir paso a paso la secuencia de los hechos que derivaron en la tragedia.
La secuencia del hecho que conmocionó a Villa Crespo
En la habitación principal, sobre la cama matrimonial, yacía el cuerpo de Adrián Seltzer. Todo indica que fue la primera víctima: no presentaba signos de defensa, lo que lleva a los investigadores a sospechar que estaba dormido o sedado cuando fue atacado. Recibió tres puñaladas en el pecho.
El cuerpo de Ivo, de 12 años, fue hallado en el pasillo. Según las primeras reconstrucciones, el niño habría intentado huir del ataque, pero fue alcanzado por su madre antes de lograr escapar.

En el comedor se encontraba su hermano, Ian, de 15 años. El adolescente habría sido sorprendido en su habitación, logró correr herido y terminó desplomándose en ese sector de la casa, donde recibió las últimas heridas.
Ambos chicos presentaban múltiples heridas de arma blanca en el pecho, aunque la mayoría de las puñaladas estaban localizadas en la espalda, lo que sugiere que intentaron huir del ataque. Además, los peritos detectaron lesiones defensivas en sus brazos y manos, lo que indica que intentaron protegerse en medio del violento episodio.

El cuerpo de Laura Leguizamón fue hallado en el baño, recostado sobre el bidet. No obstante, las primeras pericias realizadas en la escena indican que, tras cometer los crímenes, la mujer regresó brevemente al dormitorio principal y protagonizó un acto tan perturbador como revelador.
Según informaron fuentes cercanas a la investigación a TN, Laura se acostó junto al cuerpo sin vida de su esposo en la cama matrimonial y fue allí donde se infligió varias puñaladas en el pecho. Luego, gravemente herida, se arrastró hasta el baño, donde finalmente murió desangrada.

Además de las puñaladas en el pecho, Laura Leguizamón presentaba cortes autoinfligidos en ambas muñecas, una uña incrustada en su cuello y restos de cabellos entre sus manos, lo que sugiere un estado de gran alteración emocional en sus últimos momentos.
La autopsia confirmó que las lesiones que tenía la mujer eran compatibles con un suicidio, respaldando así la hipótesis de que fue ella quien perpetró la masacre antes de quitarse la vida.