Pedro Alberto Kreder de 79 años, y Juana Inés Morales, de 69, son los jubilados que desaparecieron en Chubut y el tema que, primero, mantuvo en vilo a toda la provincia, trascendió a nivel nacional. Ahora, los investigadores sumaron nuevas pistas al caso.
Uno de los últimos giros en la investigación se dio tras el hallazgo de restos de una fogata, a pocos metros de la camioneta Toyota Hilux beige en la que viajaba la pareja, encontrada encajada en un lodazal en cercanías de Playa Visser, una zona de difícil acceso e inhóspita.
Una nueva pista: una fogata cerca del vehículo
En una entrevista con Lape Club Social, el periodista Mauro Szeta habló con las hijas de Kredes y reveló el dato que podría ser fundamental: “Los investigadores detectaron una fogata cerca del vehículo. ¿Creen que puede ser de ellos?”, preguntó.
Una de las hijas respondió con esperanza: “No es descabellado pensar que esa fogata sea de ellos. Ojalá lo sea. Si se trasladaron hacia la playa, es lógico que hayan tenido que encender fuego para calentarse. De noche las temperaturas bajan mucho”.
“No entendemos cómo llegó esa camioneta ahí”
El descubrimiento del auto fue clave para la búsqueda. Las hijas de los jubilados se mostraron sorprendidas por la ubicación del mismo: “A Camarones se va por ruta normal. No entendemos cómo llegó esa camioneta ahí. Es una travesía muy complicada”, señalaron.
Además, cuestionaron que al principio se haya descartado una investigación más profunda: “En los primeros días, solo se pensó que se encallaron y fueron a pedir ayuda, pero con eso se perdió la posibilidad de tomar huellas”. Dentro del vehículo se encontró una pala llena de arcilla, lo que sugiere que intentaron salir del barro, aunque sin éxito.

Continúa el operativo
Pedro y Juana desaparecieron el 11 de octubre, rumbo a Camarones y nunca llegaron a su destino. La última vez que fueron registrados fue en las cámaras de la rotonda de las rutas 3 y 39, minutos antes de internarse hacia la costa.
Desde ese momento, las fuerzas de seguridad trabajan por tierra, aire y mar. La Policía del Chubut, Prefectura Naval, Defensa Civil y decenas de voluntarios locales participan. El terreno barroso complica las tareas junto a los acantilados de Rocas Coloradas.
