“Que se haga justicia”, esa es la frase que se repite en Dolores, la ciudad que este lunes será protagonista del veredicto a los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa. En horas del mediodía, los jueces que encabezan el Tribunal Oral en lo Criminal 1 darán a conocer si encuentran culpables a los imputados y qué pena les darán.
Mientras tanto, en las horas previas a la lectura de la resolución que está a cargo de María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lazzari, la ciudad ubicada en casi a la mitad del camino que une a Buenos Aires con Mar del Plata está en un momento de tensa calma.
Como cualquier domingo, la actividad en la ciudad o “el pueblo” como lo llaman sus habitantes, es casi nula. Muchas personas aprovechan sus días para descansar en el complejo de aguas termales que hay sobre el final de la localidad o para disfrutar la tarde de sol en el club social.
Mientras tanto, en las calles se nota esa quietud que permite que hasta los perros duerman a la sombra de las vallas que cubren las calles de alrededor del Palacio de Justicia de Dolores. Es que desde las 6 del lunes, se espera un fuerte operativo con policías y un vallado de unas tres cuadras aproximadamente.
“No sabemos qué reacción puede haber contra la familia de los imputados”, señaló Graciela, una de las tantas personas que llegó a la ciudad desde Buenos Aires para acompañar a los papás de Fernando. Según contó a este medio, llegó el pasado 2 de enero, cuando comenzó el juicio, y se dedicó a crear una suerte de “santuario” con fotos del joven asesinado.
“Este juicio representa, para mí y para la sociedad, un límite para la violencia entre los jóvenes. Tiene que ser ejemplar, con una justicia ejemplificadora. Si vos hablas con la gente, te piden perpetua directamente. Dolores se tiene que lucir con respecto a la justicia”, agregó.
Cinthia, una joven de Dolores, estaba colocando un ramo de flores sobre las vallas que mañana serán las protagonistas de las imágenes que se verán desde fuera de los Tribunales. “Espero que haya un poco de alivio para los papás, que se haga justicia y que sea perpetua”, señaló.
En ese sentido, las voces del “pueblo” hablaron sobre los jueces que estarán bajo la mirada de todo el país y los definieron como “muy serios” y “justos”, por lo que entienden que la pena que dispongan, irá acorde a las pruebas que presentaron tanto del lado de Fernando Burlando como de los fiscales.
“Si no es perpetua y es un homicidio preterintencional, puede haber problemas en Tribunales”, advierten, teniendo en cuenta que este delito prevé una pena de tres a seis años, y según se define en el artículo 81 del Código Penal, es “con el propósito de causar un daño en el cuerpo o en la salud, produjere la muerte de alguna persona, cuando el medio empleado no debía razonablemente ocasionar la muerte”.
De hecho, se espera una cobertura masiva del caso, por lo que algunos vecinos señalan que “nunca hubo tantos flashes como ahora”, aunque otros recuerdan el caso de José Luis Cabezas que tuvo a Castro en el equipo de la fiscalía, mientras que Burlando estuvo a cargo de la defensa de “Los Horneros”, el grupo que secuestró al fotógrafo asesinado.
Las casas, bares e incluso los postes de luz tiene el cartel que reza la misma frase: “Justicia por Fernando”. La cara del joven asesinado en Villa Gesell el 18 de enero de 2020 atravesó al pueblo por completo que no se abstrae de lo que ocurrirá este lunes.
Sin embargo, por ahora la vida diaria no se modificó demasiado, ante la gran expectativa que tiene el caso. De hecho, en la noche del domingo, se llevará a cabo el cierre del primer fin de semana del “Carnaval del Sol”, el tradicional corso que se lleva a cabo en la ciudad.
Si bien la gran expectativa es que puedan recibir la máxima pena, lo cierto es que son bastante escépticos y sostienen que “no creen” que todos reciban la reclusión perpetua.
“Muchos se involucraron, pero nosotros no hacemos el juicio ni condenamos a los rugbiers”, explicó “Coca”, una de las vendedoras de los alfajores locales. De hecho, habló sobre el impacto que tuvo el caso en el pueblo y, con los ojos brillosos, contó como fue lo que se vivió el pasado 18 de enero, cuando se hizo el homenaje a tres años del asesinato.
“El día que fuimos al Anfiteatro escuché un silencio que nunca había sentido cuando habló Graciela (la mamá de Fernando). Chicos jóvenes y hombres, que no gustan que los vean llorando, se quebraron en ese instante. Es más, la vuelta a casa fue en silencio, en un pueblo que nos conocemos todos con todos”, comentó.
Este medio recorrió Dolores en la antesala de la sentencia y las inmediaciones de la Unidad Penitenciaria N°6 donde están alojados los ocho rugbiers imputados por el crimen. Esa dependencia se ubica en el centro de la ciudad, y se caracteriza por sus altos murallones que cruzan casi una manzana completa.
La Unidad cuenta con una parte abierta para que el peatón pueda ver qué sucede tras las rejas: en rigor, esa es la zona donde se instalan los miembros de la fuerza penitenciaria, pero además se puede ver una cancha de fútbol mezclada con una de rugby. Algunos vecinos contaban que suele verse a la población carcelaria jugar de vez en cuando en ese terreno de pasto crecido algunos partidos.
Este lunes no sólo se conocerá el veredicto con la posterior sentencia para los imputados, sino que también cuál será el futuro de los rugbiers. En primera instancia, se manejan dos opciones: el penal de Sierra Chica o que vayan a Campana, donde estarían más cerca de su Zárate natal.