Lian Gael Flores fue visto por última vez el pasado 22 de febrero, hace precisamente dos meses. El niño de 3 años desapareció “como si se lo hubiera tragado la tierra” en Ballesteros Sud, provincia de Córdoba.
En este marco, el abogado de los padres del niño, dialogó con el programa radial cordobés “De Una” acerca de las líneas investigativas que se siguen a esta altura y sobre cómo observa sus clientes ante la incertidumbre de no saber qué ocurrió con el menor.
Baggini destacó los esfuerzos de todos los actores involucrados, como la Fiscalía Provincial y la Fiscalía Federal, y lamenta que pese a eso, 60 días después, no se haya podido establecer la causa de la desaparición.
“Tengo entendido que es la primera vez que dos Fiscalías de distintos fueros trabajan juntas para resolver un caso”, dijo.
Cuáles son las hipótesis
Según el letrado, por el momento se mantienen abiertas todas las líneas investigativas, salvo la del secuestro, ya que no hubo ningún tipo de contacto.
“Con el paso de los días esta hipótesis se diluyó, por el hecho de que, si se tratara de un secuestro, debería haber existido un pedido de dinero y pruebas de vida del niño. Pero no fue el caso”, comentó el abogado.
Por otro lado, la Fiscalía Federal todavía analiza la trata de personas, investigación que nació por una denuncia de la asociación Missing Childen. Asimismo, también se contemplan delitos de orden provincial u ordinario, como homicidio o un accidente: una teoría habla de que Lian pudo ser atropellado.
Qué sucede con los padres
Para el abogado, el hecho de no poder avanzar en siquiera una sospecha hace que “la desesperación que reinaba desde el primer día continúe”.
En tanto al referirse a la mediatización del caso y a la recepción de los padres del menor, señaló que se trata de personas que no están comunicados ni informados. “No usan radio ni televisión, no fueron totalmente conscientes de la mediatización que tuvo la desaparición”, dijo.
Acerca de cómo sobrellevan estos dos meses, aseguró que la “desesperanza es tremenda”. “Lo siguen esperando con vida. Ni siquiera con ayuda psicológica ni psiquiátrica se han representado la idea de que el niño podría estar muerto”, afirmó el representante.