Tensión y enojo en el evento de fin de año de la II Brigada Aérea en Paraná

El despido del jefe de la Fuerza Aérea, ordenado por el ministro de Defensa tras conocerse el uso de aviones oficiales para viajes personales a Paraná junto a su pareja entrerriana, generó repercusiones en la II Brigada Aérea este sábado por la noche. Las autoridades locales decidieron suspender un evento programado con la presencia de Mario Pereyra.

Tensión y enojo en el evento de fin de año de la II Brigada Aérea en Paraná
Brigada Aérea Paraná.

En solidaridad con el brigadier desplazado, las autoridades decidieron suspender los números artísticos previstos en el evento de fin de año, realizado en el Casino de Suboficiales. La medida, que alteró el programa de la noche, generó malestar entre los asistentes, según publicó Análisis. La decisión marcó un tono político en la celebración, provocando críticas por parte de quienes consideraron la suspensión una medida arbitraria y una intromisión de cuestiones ajenas al espíritu del encuentro social.

El tradicional evento de fin de año organizado por la II Brigada Aérea de Paraná, realizado este sábado 23 de noviembre en el Casino de Suboficiales, estuvo marcado por la polémica. Lo que debía ser una noche de celebración para alrededor de 270 asistentes terminó en malestar y frustración.

El encuentro, que incluía una cena y la actuación del reconocido cantante de cumbia santafesino Mario Pereyra, fue parcialmente suspendido por decisión de las autoridades de la Brigada. Según indicaron los organizadores, la actividad había sido financiada mediante aportes de los integrantes de la fuerza a través de sus sueldos.

Durante el evento, el vicecomodoro Sergio Miranda tomó la palabra y comunicó que, por orden del comodoro Hugo Fiocca, jefe de la dependencia, se cancelaban las presentaciones musicales y los bailes previstos. “Agradecemos la presencia esta noche, aunque no todo serán buenas noticias. Debido a la crisis con nuestros superiores, es un momento triste”, expresó Miranda en su discurso.

La decisión se justificó como un gesto de apoyo al brigadier Mengo, recientemente desplazado de su cargo, lo que generó malestar entre los asistentes. “Solo se permitirá una cena para compartir con los camaradas, sin espectáculos ni baile, buscando tranquilidad en un momento difícil para la institución”, añadió el vicecomodoro.

Sin embargo, la reacción de los presentes fue de descontento generalizado. “Fue una decisión arbitraria e injusta, una intromisión de cuestiones políticas en un evento social”, expresó uno de los asistentes. Además, calificaron como una “estafa” el hecho de que se cancelara lo previsto pese a haber pagado por el evento completo.

Entre las críticas, algunos asistentes también señalaron que el discurso tuvo un marcado tono político, asociado al kirchnerismo, lo que intensificó aún más el malestar en el salón.