El estadio explotó en ovaciones cuando el 10 pisó el césped, y cada toque de balón fue un espectáculo en sí mismo. La emoción se multiplicó cuando, tras marcar, Messi señaló al cielo en homenaje a su abuela y luego dedicó un guiño especial al tenista serbio Novak Djokovic, con quien había compartido momentos en el Masters 1000 de Miami días atrás.

El técnico Javier Mascherano lo incluyó desde el banco, pero una vez en cancha, Messi fue el dueño del partido. Con su presencia, el Inter Miami reafirma su ambición en la liga y entusiasma a sus hinchas con la posibilidad de una gran temporada.

Vía Paraná estuvo en Miami para vivir este momento único, con imágenes exclusivas y la emoción de ser testigos del regreso del ídolo. Desde las tribunas hasta el césped, cada rincón del estadio vibró con la energía del astro argentino.
El fútbol siempre da revancha, y Messi, una vez más, escribió otro capítulo inolvidable de su historia.