En el día de las Madres, que se celebra el primer fin de semana de mayo, el evento fue un medio maratón, mi tiempo el necesario para poder ganarme la estadía en USA. Feliz, la felicidad, me desbordaba había entrenado tanto para esta competencia, como siempre con disciplina, con responsabilidad y el compromiso de quienes me habían invitado, si no ganaba quería dar lo mejor que tenía. Mi bandera estaba en representación la primera atleta argentina en competir en este evento, en este lugar, cómo no ser responsable y orgullosa de mis colores, siempre sentí el compromiso del país que represento, y representé en el mundo. Quería que mi Argentina sea bien considerada.
Mothers Day HALF MARATHON: mi primer carrera, el club West Side, era mi sponsor oficial y quien me había hecho la invitación. El conseguir la visa para el ingreso al país había sido, una etapa no digo difícil, pero si determinante una vez sorteado ese obstáculo, lo demás dependía de mí , de mi interés y compromiso: ¡allá vamos!
Connecticut es un estado que se ubica entre uno de los que integran la región este de Estados Unidos, Danbury una de sus ciudades, es la que posee un alto porcentaje de residentes brasileros. Bien, ya que el portugués lo podía manejar, pero el inglés no tanto. Pero me ayudo esta transición entre portugués e inglés.
Podía desenvolverme, pero mi entrenador es quien se encarga de inscripción y traslado a los diferentes eventos en el país, el hecho de ser primera atleta argentina que ha decidido radicarse en la región y en el país, hace que muchos organizadores estén interesados en mi participación en las diferentes competencias, dándole así un carácter más amplio a lo internacional del mismo.
En este año transcurrido después de esa bella victoria en mayo y luego de mí cirugía, ya en etapa de recuperación, los entrenamientos no han sido muy fáciles, las complicaciones han sido de las más variadas, sobre todo en la alimentación, el frío extremo al que no estaba acostumbrada, el cuerpo ha sentido el paso de la enfermedad.
Bajar los brazos jamás, ni aun vencida jamás derrotada. Mido 1,70 metros, mi peso 45 kgs y estoy lejos de mi peso, no es lo ideal pero estoy en carrera que es lo importante. Sólo resta esperar cuidadosamente que no ocurra un retome de la enfermedad, pero no depende de mí , así que para mí es tiempo extra, mi objetivo es hacer todo lo posible, en este tiempo extra .
Es un regalo y hay que aprovecharlo, la vida me da una segunda oportunidad, vivirla es lo mejor que puedo hacer y con la mejor calidad de vida, mejor aún. Creo que los que hemos pasado por esta situación tan extenuante, comprenderán cercanamente a lo que me refiero. Cada día es un brindis a la vida, cada entrenamiento es una bendición.
Mi familia no pudo estar a mi lado, pero si en los sentimientos, la soledad y la distancia le dieron un condimento más a la situación, pero ellos al igual que yo y como otros familiares de pacientes con esta enfermedad, saben lo que se siente día a día. Mi más sincero y humilde respeto y mención para todos ellos que participamos en esta carrera a la vida y a la enfermedad, por los que lucharon y no llegaron, por los que siguen luchando y por quienes hoy decimos llegué. Bajar los brazos jamás, ni aun vencida jamás derrotada.