De un cantor agradecido a un sanatorio de la región

Jorge Méndez dedicó un poema al Sanatorio Adventista del Plata donde rescata la excelente atención humanista recibida.

De un cantor agradecido a un sanatorio de la región
Jorge Méndez, le dedicó un poema a la comunidad del Sanatorio Adventista del Plata

El poema fue publicado en un posteo del Facebook del conductor y periodista Santiago Miguel Rinaldi. Allí Jorge Mendez refiere a un poema que escribió con motivo de haber sido operado quirúrgicamente el 5 de noviembre de 2019 y en señal de agradecimiento. Él en posteo cuenta que "agradecía a las enfermeras y demás trabajadores de la salud del Sanatorio Adventista del Plata por la excelente atención humanista y lo que aprendí de ellos para recuperar mis alicaídas fuerzas morales" dice Méndez.

Además cuenta como esta viviendo la cuarentena ya que se siente un poco "triste porque en este aislamiento prolongado hace mucho que no los besa, ni abraza (a sus nietos e hijos) ni puede compartir con ellos el asadito del fin de semana" agrega Jorge Méndez.

Jorge Méndez, le dedicó un poema a la comunidad del Sanatorio Adventista del Plata
Jorge Méndez, le dedicó un poema a la comunidad del Sanatorio Adventista del Plata

En el mensaje que deja en Facebook también deja una foto con algunos de sus seres mas queridos y otra foto de él al piano junto a su nieta Francesca.

El poema no solo deja en claro el agradecimiento por la atención sino que nombra a muchos de los profesionales que lo atendieron y expressa que la del Sanatorio es una comunidad laboriosa, ejemplar y humanista.


El Poema: De un cantor agradecido

Con pretensión de poeta pero con voz de cantor hoy canto en tono mayor aunque parezca irrisorio a un singular sanatorio de Villa Libertador.

Lo evoco ya superado aquel ingrato momento cuando entre llanto y lamento pasé diez noches enteras buscando en la luz primera alivio a mi sufrimiento.

Pero no voy a quejarme con un decir sensiblero porque este canto sincero que agradecido les traje es mi sentido homenaje a los hermanos que quiero.

Hermanos de enfermería y hermanitas enfermeras las que llegaron primeras a darme calma y consuelo cuando mirando hacia el cielo me hablaban con fe sincera.

Y aunque borré de mi mente un tiempo de pesadillas rescato esa maravilla del personal de limpieza dignificando mi pieza con su tarea sencilla.

De los médicos diré que más allá de la ciencia les admiré la paciencia conmigo que soy quejoso porque ante un cuadro dudoso me asistían con urgencia.

El colombiano Said señor de la ecografía con buen humor me pedía -permítanme que me ensanche- los versos del Puerto Sánchez que nombran la tierra mía.

También don Carlos Schmidt con muy cristiana intención me regaló una edición de un libro que leo ahora: una Biblia redentora que guarda mi corazón.

Y cómo voy a olvidar a Kalbermatter Javier si él me ayudó a comprender que hasta en la etapa más dura la música también cura pudiendo al dolor vencer.

Y aquí nombraré al final hablando de hombres iguales a quien extirpó mis males con decidido valor: el boliviano doctor llamado Humberto Perales

JORGE MÉNDEZ Oro Verde , 28 de Enero de 2020