En las últimas horas, la Jefatura de Policía tomó cartas en el asunto tras la presentación de una madre en la sede policial de San Vicente, quien manifestó que una sargento de la fuerza habría enviado fotos íntimas a su hijo. Aunque la madre optó por no iniciar acciones penales, las autoridades han puesto en marcha una investigación para esclarecer los hechos.
Los elementos presentados fueron puestos a disposición del titular del Juzgado Civil, Comercial y de Familia por parte de la Jefatura de Policía, mientras que la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza ha iniciado una indagación sobre el actuar de la uniformada.
Como medida precautoria en el desarrollo de la investigación, la sargento acusada ha sido separada de sus funciones. Este paso se toma en el contexto de la gravedad del delito de grooming, un término que hace referencia a las acciones deliberadas de un adulto para establecer un vínculo emocional con un menor con el fin de abusar sexualmente de él o ella.
El grooming, que suele ocurrir a través de internet y redes sociales, aunque también puede tener lugar en el mundo físico, implica una manipulación gradual y sutil del menor para obtener su confianza. Las consecuencias psicológicas para las víctimas pueden ser devastadoras, incluyendo ansiedad, depresión y baja autoestima, entre otras secuelas.
Es imperativo que padres y educadores estén atentos a posibles señales de grooming para proteger a los menores y prevenir este tipo de abuso.