En el marco de la investigación por la desaparición de Mirta Marciana Rodríguez, de 45 años, ayer jueves se realizó un allanamiento clave en una propiedad rural de Salto Encantado, que arrojó resultados positivos. En el lugar, donde residía y trabajaba el único detenido en la causa, Hugo G., de 41 años, la Policía encontró prendas de vestir y otros elementos personales que pertenecerían a la mujer, los cuales estaban ocultos en el inmueble.
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado de Instrucción N.º 1 de Oberá y ejecutado por efectivos de la Unidad Regional XI. Todo el material secuestrado fue remitido al juzgado para su análisis.
La detención de Hugo G. se había concretado horas antes, tras el hallazgo de restos óseos y ropas en una zona de malezas cercana a Colonia Pindaytí, a unos 200 metros de la Ruta Provincial N.º 9. Allí, personal de la Policía Científica localizó un cráneo, cabellos, ropa interior, una remera, un pantalón, zapatos y una cadenita, entre otros objetos. Las prendas coincidirían con las que Rodríguez vestía al momento de su desaparición, ocurrida el 21 de mayo, aunque la denuncia fue radicada seis días después.
Desde entonces, se desplegaron intensos rastrillajes con participación de canes, drones, grupos de rescate y efectivos de distintas dependencias. Las tareas de búsqueda fueron supervisadas por el juez Horacio Alarcón, quien también ordenó pericias en el lugar con intervención de médicos forenses, bioquímicos y peritos de la Dirección General de Policía Científica.
Si bien la causa continúa caratulada como “Desaparición de Persona”, fuentes judiciales no descartan que sea recaratulada como femicidio en las próximas horas, a medida que avanza la investigación.
El sospechoso había declarado públicamente que Rodríguez había salido para llevar dinero a su madre y que no existían conflictos entre ambos. Sin embargo, los elementos reunidos hasta el momento lo colocan como el principal implicado. Los restos hallados serán sometidos a estudios genéticos para confirmar su identidad.
