El sábado pasado, un niño de 7 años recibió graves lesiones en el rostro a causa del ataque de un perro rottweiler que sacó la cabeza por entre las rejas del frente de una propiedad y atrapó al menor que caminaba junto a su mamá por la vereda.
El niño sufrió una grave lesión en el rostro y tuvo que ser derivado al Hospital Pediátrico de Posadas, allí fue sometido a una intervención quirúrgica reconstructora que demandó 25 puntos de sutura. También padeció excoriaciones en otras partes de la cara, brazos y piernas.
El hecho se registró alrededor de las 17.30, sobre calle Alberdi y Arana, a una cuadra del Jardín de los Pájaros de Oberá.
Andrea De Oliveira, madre del menor, contó como se dieron los hecho: “él iba caminando tres pasos delante de mí por la vereda, en un momento gira para hablarme y en eso el perro sacó la cabeza entre medio de las rejas y le mordió el cachete, lo llevó hacia su lado y no lo soltaba. No sé si llegó a un minuto que lo tuvo agarrado, pero para mí fue un siglo”, graficó.
En el intento de socorrer a su hijo, otro perro de la misma raza la mordió en el brazo. Ante esta situación, vecinos y gente que pasaba trataron de ayudar y alertaron a los dueños del can, quienes se encontraban en el domicilio y salieron a ver qué pasada. Los dueños fueron identificados como Eduardo D. G. y Valeria S.
“La verdad, no sé si los propietarios lograron que el animal suelte a mi hijo o si fui yo. Fue un shock tan grande que no recuerdo ese detalle”, comentó la mujer.
La madre añadió que “el perro le arrancó la mejilla, literalmente. Los médicos me dijeron que gracias a Dios no le agarró ningún nervio, sino hubiera sufrido una parálisis facial. Le podría haber sacado una oreja, y no quiero ni pensar si lo agarraba del cuello”.
El propietario del animal se ofreció a trasladar al niño y su madre al Hospital Samic. De todas formas, por la gravedad del cuadro la criatura fue derivada al Hospital Pediátrico de Posadas.
Con respecto a la salud de su hijo, la mujer contó que “el mismo sábado a la noche lo operaron y le reconstituyeron la zona. Le hicieron 25 puntos. Él todavía está shockeado y tiene episodios de llanto. Se encierra en su pieza y no quiere salir. Tampoco va a terminar el año escolar con sus compañeros”.
Oliveira dijo que realizó la denuncia en la Seccional Segunda y mencionó además que vecinos del lugar le contaron que los perros que atacaron a su hijo son temidos en el barrio y tendrían antecedentes similares.
En tal sentido, la progenitora subrayó que “los dueños de estos perros tienen que tomar conciencia del riesgo que implican y deben tomar muchas precauciones porque pueden seguir lastimando gente. Mi hijo se pudo haber muerto y tendrá secuelas de por vida”.
Fuente: El territorio