El penitenciario Eduardo Iván C. se presentó ante el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá para notificarse de la acusación por presunto abuso sexual de sus hijastras de 11 y 9 años. El hombre había permanecido 52 días prófugo de la justicia, sin embargo, no quedó detenido ya que un día antes su defensa logró el beneficio de la eximición de prisión, por lo que se presentó sabiendo que no quedaría detenido.
La carátula del expediente, es de abuso sexual simple, determinación que podría modificarse tras la declaración de las menores en Cámara Gesell, acción que se realizará luego de la feria judicial de enero.
El caso que en la actualidad lo involucra fue una denuncia fue radicada el 30 de noviembre por la propia esposa del sospechoso, con quien tiene una hija de un año. Sin embargo, vale recordar que en 2010 el hombre fue denunciado por abuso de otras tres niñas, pero al haber sido sobreseído de dichos cargos la Justicia no lo considera como reincidente.
Desde la denuncia, el hombre no se presentó a su trabajo en la Unidad Penal II, y el Servicio Penitenciario Provincial ordenó su pase a situación de disponibilidad. Además de la causa judicial, afrontará un sumario interno que podría derivar en la baja de la fuerza.
Según la denuncia de la mujer, los hechos salieron a la luz el 30 de noviembre, cuando su hija de 11 años se acercó a su mamá y le preguntó “cómo una nena puede saber si fue abusada”. La mujer comenzó a preguntar más a la niña y la pequeña entre llantos confesó que el hombre lo venía haciendo desde que ella tenía 8 años.
Luego de ello, la mujer indagó a la niña de 9 años, que relató las mismas situaciones que su hermana. Ambas indicaron que los abusos iniciaron cuando la mujer salía a trabajar y quedaban al cuidado del hombre .