Ayer, martes 17 de diciembre, efectivos de la Policía de Oberá notaron que, desde hacía ya varias horas, un hombre permanecía sentado frente a la catedral San Antonio, solitario y en pleno centro de la ciudad.
Decidieron entonces acercarse hasta el sujeto, quien les brindó sus datos personales y expresó que no tenía dónde quedarse. Miguel L. de 67 años venía desde la provincia de Santiago del Estero, según manifestó, y se dirigía hacia la localidad misionera de Bernardo de Irigoyen.
El problema fue que Miguel no iba a viajar hasta mencionada ciudad sino hasta este miércoles por la mañana. Debido a ello, los efectivos policiales lo socorrieron y fue trasladado hasta el hogar municipal Sol de Noche para su resguardo.