En el marco de la pandemia que azotó al mundo entero con la llegada del coronavirus, y por los que cientos de sectores se vieron afectados y debieron amoldarse, la educación fue una de las principales ramas más criticadas por la manera de llevarse a cabo.
La mayoría de las casas familiares debieron adaptarse a nuevos horarios, y formas de manejarse. De repente el reloj comenzaba a sonar para los más jóvenes pero en lugar de salir de su casa, debieron sentarse en el escritorio de la misma.
Tal fue el caso del hijo de Mónica Ríos, una neuquina que debido a que su labor no dejó de correr en la cuarentena, su hijo tuvo que ajironarse solo a la modalidad ″aula virtual″.
Mónica contó que su trabajo como mucama en un consultorio médico le impidió estar presente en su hogar y así poder ayudar a su hijo con las tareas escolares, por lo que el joven terminó por abandonar. “Con el estrés de trabajar en salud y de exponerme todos los días, se me complicaba explicarle las fotocopias que mandaban las maestras”, comentó.
En este contexto, y al ver que el estudiante de 6to grado no adquirió los estudios que debería haber tomado, ella solicita que su hijo repita el año. “No” completó los cuadernillos enviados por su maestra. “No aprendió nada”, dijo.
No obstante, por una orden explícita del Consejo de Educación Provincial, la escuela tiene prohibido hacer repetir a los alumnos, por lo que le dijeron que únicamente podían inscribirlo en primer año.
Ante la repercusión que tuvo la voz de la madre preocupada por la educación de su hijo, la nueva supervisora del Consejo de Educación se contactó para intentar brindarle una solución. “Ella recién tomaba el cargo e iba a tratar de interiorizarse para ver qué había pasado. Estoy a la espera de que ella se comunique”, detalló.
Finalmente, sostuvo: “Quiero que él siga con todos los contenidos que tenía que aprender, que aprenda bien. Mientras él va a la escuela tiene otro compromiso con la tarea, con los maestros, con la rutina de levantarse temprano”, argumentó.