“No se preocupen que algún día voy a terminar. Aunque sea con bastón, lo voy a hacer”, esa fue la promesa de María Teresa Pino (66), que le hizo a su madre el día que se casó, tras abandonar la carrera de abogacía para casarse con un italiano con el que estaba de novia. Sin embargo, esta semana, esa cuenta pendiente quedó saldada. Luego 15 años de cursada, a su tiempo, María terminó la carrera y recibió su diploma rodeada de la familia que formó.
En diálogo con LMNeuquén, la abogada recientemente recibida, relató su historia y su camino de cómo llegó a ser quien es hoy. 1977, era otra época, donde era común abocarse al hogar y a la familia. Otra costumbre social. Si bien, junto a su esposo formaron una familiar con tres hijos y nietos, esta historia feliz tenía algo pendiente para María Teresa.
Quién es María Teresa Pino, la mujer que a los 66 años se recibió de abogada en Neuquén
Oriunda de Dean Funes, provincia de Córdoba, había comenzado a cursar la carrera de abogacía en la Facultad de Derecho que está en Obispo Trejo. Ella siempre supo que quiso recorrer el mundo de las leyes, pasión que su padre le había inculcado. Él, sin ser abogado, gestionaba trámites en los juzgados para los profesionales que visitaban su pueblo; y cada notificación y mandamiento que llegaba a su casa despertaba su curiosidad de niña.
En Derecho cursó cuatro años hasta que, a fines de 1977, dejó los estudios para casarse con el padre de sus hijos, Pablo Scilipoti, de origen italiano, que había llegado a los 4 años al país y se había mudado a Cipolleti. Ambos, se conocieron a través de un amigo. Según comentó al portal mencionado anteriormente, llevaron un noviazgo a distancia por un determinado tiempo. Se comunicaban mediante cartas o por las difíciles llamadas telefónicas de aquella época.
La promesa de María Teresa Pino que le hizo a sus padres en su casamiento
El día de su casamiento, María le dijo a sus padres que el sueño de ser abogada seguía pendiente y no terminaba con su familia.“No se preocupen que algún día voy a terminar. Aunque sea con bastón, lo voy a hacer. Es lo que yo quise también que hicieran mis hijos, que terminen sus estudios”, contó.
Tiempo después, la familia se fue agrandando con tres hijos y ahora con cuatro nietos. El saldo pendiente persistía: “costó mucho sacrificio”, pero poco a poco fue retomando sus estudios.“Uno tiene que decidirse a dar ese paso, no es fácil realmente”, explicó. En principio, comenzó rindiendo algunas equivalencias que estaban pendientes de los años de cursada en la década del 70. Otras materias las tuvo que hacer de nuevo debido a que sus contenidos quedaron desactualizados.
Tras “15 años de cursada”, María Teresa Pino se recibió a los 66 años de abogada
Antes de recibir el diploma el pasado viernes, la mujer agradeció y con alegría expresó: “Gracias a la suerte, a mi familia y a mi perseverancia logré la meta que había pospuesto en el tiempo. Costó mucho, pero acá estoy, pude terminar gracias a Dios. Estoy muy movilizada. Finalmente, después de tantos años se me dio”.
La ceremonia de entrega de diploma fue en la sede neuquina de la Universidad Católica de Salta. Allí, la acompañó su familia. “Me queda un gran agradecimiento a la oficina de alumnos que nos acompaña, apoya y aconseja, brindando solución a los obstáculos que no son pocos. También al cuerpo de profesores”.
“Por suerte pude terminar sin bastón”, bromeó. “Y mi padre, que ya falleció, me debe estar mirando desde una estrella en el cielo muy contento”, dijo la abogada.
Para concluir, María está avaluando comenzar a trabajar en el rubro, pero hay cuestiones que la tienen alerta, y es que para ella es una edad donde sus colegas, se encuentran haciendo los tramites para la jubilación. Sin embargo, por el momento, va a gestionar la matrícula habilitante.“Luego veremos...me gusta mucho la parte de civil, familia y minoridad”.