Se cuenta por ahí que más de ciento diez inviernos vieron sus ojos, y que en este quizás el más raro de todos Dios decidió llevarlo.
Don Marcos Domínguez, el conocido serrano que vivía hace más de 70 años en el Cerro Negro falleció con 105, según su DNI aunque él mismo decía tener algunos más, en su casa y el lugar al que cientos de personas fueron a conocer esta leyenda de las Sierras Grandes.
Don Marcos hilaba y contaba historias de vida, estaba siempre acompañado de alguno de sus parientes de sangre y del corazón. Don Marcos era visitado para admirar su conocimiento del agreste paisaje serrano y de la particular forma de vida que eligió.
Una leyenda que nació de sus labios y que se seguirá contando entre cada uno de los que transiten los senderos serranos, entre las piedras y el viento helado su espíritu sonreirá. Así será recordado, como un guardián de las sierras con su piel curtida por el viento y el frío, con su mirada serena y sus historias simples.