Un campeón mundial del ‘78 eligió a una bodega mendocina para lanzar su propia línea de vinos cuyo nombre remite a aquella famosa y premiada foto de Ricardo Alfieri: “El abrazo del alma”.
Ubaldo Fillol, arquero histórico de aquella Selección campeona mundial en 1978, presentará al mercado junto a la bodega Andes Growers la línea “Abrazo del Alma”, un vino compuesto por dos varietales: Malvec, y Cabernet Franc; y un cepaje blanco, Chardonnay.
“Un abrazo es el reflejo de nuestro corazón, es sincero y expresa emociones sin emitir una palabra. Este vino fue pensado para esos momentos inolvidables que quedan grabados en nuestra memoria para toda la vida, un Abrazo del Alma que se renueva en cada copa”, comentó el famoso arquero sobre su vino.
El “Pato” se sumó así a la gran lista de futbolistas y ex futbolistas que se animaron a los vinos y a sus dinámicos mercados.
Abrazo del Alma se presentará el próximo miércoles 21 de junio en Buenos Aires a las 18, en el Hard Rock Café de Puerto Madero, en la Ciudad de Buenos Aires.
El proyecto está sustentado por un conjunto de profesionales y un gran terruño elegido. Se espera que seguidores del arquero y fanáticos del fútbol en general, quieran acceder a probar este vino mendocino.
El enólogo José Di Marco comentó que “para realizar estos varietales contamos con viñedos seleccionados y controlados genéticamente en diferentes zonas geográficas de Mendoza, donde su ADN exprime lo mejor de cada terroir”, aclarando: ”El clima de montaña -agregó-, gran altura, marcada amplitud térmica, suelos pobres, pedregosos y calcáreos, con buen drenaje y estructura suelta, son las condiciones que otorgan características excepcionales a la uva”.
Qué es “El Abrazo del Alma”
El Abrazo del alma es una foto icónica de la historia del deporte argentino y premiada por su genialidad en transmisión y sensibilidad, en el momento justo en que fue captado.
Mientras todos los fotógrafos captaban el festejo del equipo en otro sector de la cancha, Ricardo Alfieri (fotógrafo de El Gráfico) logró la instantánea de un hincha sin brazos y con sus mangas colgando (Víctor Dell’Aquila) para unirse al abrazo entre Fillol y Alberto César Tarantini, en el fondo del área argentino, tras el triunfo frente a Holanda por 3-1, en la final del Mundial 78.
El mismo Pato Fillol lo recordó así: “Cuando sonó el silbato en la final, caí en cuclillas, y me abracé con el ‘Conejo’ Tarantini. Después apareció Víctor Dell’Aquila, que es el chico al que le faltan los dos brazos, y se tiró encima nuestro”.
Este magnífico momento recorrió el mundo y fue la máxima expresión del sentimiento argentino. Y hoy, luego de 45 años, el arquero presentará un vino en homenaje a aquellos protagonistas.