Desde el Gobierno se especulaba que el inicio de las clases presenciales podría producir un aumento en los casos de coronavirus dado que “se iba a registrar una mayor movilidad de personas”, según aseguraba hace un mes Mariana Álvarez, subsecretaria de Salud de la provincia.
Para anticiparse a esta situación se compraron unos test menos invasivos que los de aspirado nasofaríngeo. El coordinador del Sistema de Unidades Centinelas Covid-19, Carlos Espul explicó a Los Andes que “En un niño, en especial los más pequeñitos, es muy difícil tratar de tomar una muestra”.
El especialista explicó la metodología y señaló que “en cada una de las narinas se introduce el mismo hisopo unos dos centímetros, se gira y con esa muestra se puede hacer el estudio”. En el caso de los adultos se utilizan hisopos de una longitud de 15 cm, de los que 12 se introducen hasta la faringe, donde se toma la muestra.
Esta prueba adquirida permiten tener el resultado en 15 minutos, lo que habilitaría a que, en caso de dar negativo, el curso que fue aislado en forma preventiva pueda retornar a sus actividades, al igual que las familias de los alumnos.
“Si el test da negativo pero hay síntomas, se puede tomar la decisión de hacer una PCR, pero en este caso se debe esperar 24 horas para tener el resultado”, aclaró Espul.
Disponibles para todos
Estos nuevos kits están destinado especialmente a los niños que se encuentran en edad escolar, desde jardín hasta séptimo grado. A los que son más pequeños inclusive se les puede tomar una muestra con una sonda nasogástrica, que es más sencillo.
El profesional consultado también indicó que “El Gobierno de la provincia tomó el tema pandemia como de Salud Pública, por lo que todo es gratuito, sin importar si los niños tienen o no cobertura privada”.
Si detectan síntomas en sus hijos los padres que tienen una prepaga u obra social pueden concurrir a su pediatra y, en caso de que éste lo considere necesario, llevar la ficha para realizarle la prueba en el sector público o en el privado. Es decir que tienen la posibilidad de elegir. En cambio, para quienes no, el Estado provincial garantiza el acceso.
Espul se refirió a la cantidad de tests que adquirió la provincia y manifestó que “en principio fueron unos 10.000, pero ya debemos estar en los 20.000”, aunque remarcó que “no es importante el número si no saber que hay la cantidad suficiente para hacer el abordaje”.
Las pruebas se están realizando en los mismos efectores en los que se hacen para los adultos. Es decir, en hospitales, clínicas y centros de salud.
Los niños pueden presentar síntomas como tos, fiebre o febrícula, diarrea y dificultad respiratoria. Es difícil que los pequeños refieran la pérdida del gusto y el olfato, aunque los tengan.
También el funcionario recordó finalmente que ante “el retorno a las aulas se esperan que vuelvan cuadros virales o bacteriales que desembocan en enfermedades respiratorias que son habituales, pero que en 2020 no se presentaron por el aislamiento. Más allá de ello, si el caso es sospechoso, se va a hisopar”. Fuente Los Andes