La disciplina de la náutica en vela está creciendo en la provincia de Mendoza, y con el impulso del turismo en los alrededores del perilago Potrerillos, la apuesta es importante. En eso está abocado Guido Giambastiani, navegante y entrenador de seleccionados y del Club Mendoza de Regatas en donde funciona la única escuelita de vela, la cual ya da frutos a nivel nacional.
Guido, de 32 años, practica la náutica desde los 5. Adiestrado por sus padres fue aprendiendo a navegar junto a sus hermanos, uno de ellos gemelo, con quien comenzó en la competencia en Optimist cuando eran parte del Yach Club Mendoza.
Con su hermano participó en campeonatos de clases argentinas en Pampero a nivel nacional y con Snipe (clase americana o mundialista) en Sudamericanos y torneos Argentino.
Luego “en barcos cabinados de tripulación (de 5 o 6 personas) competí en clase J24 y D27. En J24 navegué como trimmer (posición en velas) y timonel, para clasificar al mundial. Este certamen estaba programado con pista en Potrerillos pero por la pandemia por covid-19 se movió a Texas, por lo que no pudimos asistir por tema de presupuesto”, confió Giambastiani, arquitecto de profesión pero que no ejerce, ya que su apuesta está en ser entrenador (NdR: cursado mediante World Sailing, entidad que rige este deporte a nivel mundial) e instructor de navegación a vela de la Asociación Argentina de Yachting.
Junto a otros profesores de esta disciplina Cecilia Arancibia (Optimist) y Federico Cruzate (en Laser) “tenemos la escuela de yachting en el que contamos con jóvenes promesas que ya compiten a nivel nacional”, dijo.
El año pasado, tras el Campeonato Argentino realizado en nuestra provincia con más de 60 participantes, “hubo un antes y un después en la navegación a vela, ya que Potrerillos fue considerada una de las mejores pistas a nivel sudamericano por sus condiciones geográficas. Por lo que consideramos que la vela en dos años será una de las actividades importantes de la provincia y trabajamos para hacerla crecer”, aseguró el entrevistado de Vía Mendoza.
El objetivo del entrenador del Club Mendoza de Regatas con “este proyecto de formar a navegantes de nuestra provincia, es dejar un legado, una marca en la náutica local. Y sobre todo, encausar todo los conocimientos obtenido en estos años para posicionar a Mendoza a nivel nacional y mundial”.
“Nuestra idea es explotar a fondo este maravilloso escenario como lo es Potrerillos, en el cual podemos disfrutar gracias al apoyo de la Asociación Mendocina de Windsurf que hoy nos hace de sede de guardado, entrenamientos y clínicas. Esto es muy importante para nosotros para continuar con el campeonato llamado “Semana mendocina de la vela” o “Semana de vela de Mendoza”, el cual es el principio de muchos otros encuentros de gran convocatoria de barcos”, confió el entrenador.
El momento bisagra
Si bien comenzó de muy chico a navegar, no fue sino con el equipo de barcos cabinados donde vio la bisagra. Junto a Sebastián Halpern, quien además de correr en el Dakar es apasionado de la náutica, y Roberto Moneti, Javier Decarolis y Juan Barqueros, organizó el Campeonato del Oeste de J24 en Potrerillos.
“Esto ayudó a poner este perilago mendocino en el mapa por ser de las mejores canchas de regatas del país”.
“Esta tripulación dio el puntapié de la náutica en Mendoza para apuntar más alto. Fue parte de esta mirada por encima de la medianera, cruzar y explorar cosas más grandes”, expresó.
El equipo de Guido, en el Club Mendoza de Regatas
“Competimos con un grupo cercano a 10 chicos a nivel nacional, cumpliendo con el circuito del Grand Prix del Litoral, Metropolitano, San Isidro, Labrador, y estamos teniendo resultados muy positivos. Nuestros chicos compiten en regatas de 200 o 300 barcos, y finalizan entre los 20 o 30 primeros. En Optimist, en competencias puntuales, están dentro de los cinco primeros. Esto es parte del trabajo y constancia de ellos, y de los profes que pujan por la actividad”, dijo.
Por el crecimiento y los resultados de los deportistas que el experimentado navegante y su equipo entrena, es que “me permitió estar con la Selección Argentina que viajó al Mundial de Optimist, en Turquía, mediante la Asociación de Optimist Argentina que en su plan por hacer una clase más federal, se empezó a ver talentos en todo el país para potenciar el crecimiento en las flotas”, contó.
Y detalló: “La experiencia de estar con esos chicos que fueron al mundial y los entrenadores que viajaron fue enriquecedor, porque no sólo aporté mi parte, sino que me vine con otras visiones y experiencias”.
Las escuelitas para cualquier edad
Los puntos de encuentros para las clases son el Lago de Terreón de Maipú, donde enseña los aspectos básico para comenzar a navegar. Luego una pista intermedia que es El Carrizal, con más viento. Y después Potrerillos, que es para los que ya están en competencia.
“Dentro de esta escuela, tenemos clases de Optimist iniciales, principiantes, competitivo y Laser. También doy clases particulares para chicos y gente que viene de afuera para navegar en Potrerillos”, especificó.
“Sin dudas, se está generando algo lindo en la vela de Mendoza. Hay gran expectativas en esta actividad deportiva y mucha gente que le apuesta a su crecimiento. Más cuando su mayor atracción es navegarse entre las montañas”, concluyó Giambastiani.