Hace seis años, cuando estaba por nacer su hija Matilda, la salud de Emilia Coria dio un primer aviso de que las cosas no estaban del todo bien. En ese momento atravesó un momento más que crítico y que –a la larga- terminaría por condicionar su día a día. “Me empezó a doler la cabeza, por lo que me hicieron un estudio y me detectaron una fístula en el cerebro. En ese momento me hicieron una intervención quirúrgica, porque perdí la visión del ojo derecho. Y me costó mucho recuperarme y volver a trabajar, realmente me afectó”, rememora la mendocina; quien hoy tiene 41 años.
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En lenguaje médico y científico, lo que le encontraron a Emilia hace 6 años fue una fístula en la arteria carótida cavernosa, del lado derecho. Esto se agravó durante la operación, ya que se produjo una trombosis en la vena central de la retina, y ello fue lo que derivó en la pérdida de la visión de su ojo derecho.
Más allá de todo esto, Emi la peleó (como nunca), salió adelante y pudo sobreponerse a algunas adversidades derivadas de esta situación en particular, sumada a otras, como por ejemplo que el lugar donde trabajaba cerrara sus puertas y se quedara desempleada. Pero, lejos de bajar los brazos, incursionó en la pastelería y así siguió ganándose la vida.
El detalle es que hace cerca de un año, otra alarma se encendió en su organismo; y otra vez es su salud la que está entrando en una difícil parada: le diagnosticaron un cavernoma hemorrágico, algo así como un conjunto de vasos sanguíneos anormales en el hemisferio izquierdo de su cerebro que colapsan y desencadenan hemorragias que van deteriorando parte de su cerebro.
“Todo empezó el año pasado, experimentaba como una sensación rara y sentía que me temblaba el estómago y todo el cuerpo. Sumado a lo que me había pasado hace 6 años, empecé a sospechar que era algo neurológico y cuando me revisó la neuróloga, me detectó un hematoma en el costado izquierdo. Lo raro es que me dijeron que no tenía nada que ver con lo que me ocurrió cuando estaba por nacer Matilda”, agrega Emi en diálogo con Vía Mendoza. En ese momento, y como consecuencia de este cuadro, comenzó con algunas convulsiones.
“Por lo que me explicaron, un cavernoma es una situación en la que se te forman como ovillitos de vasos sanguíneos que comienzan a sangrar. El problema es que, además de las convulsiones, ponen en riesgo la visión de mi ojo izquierdo, el habla y la motricidad. Y hace falta una operación cuanto antes, que es muy costosa”, continúa la mujer, quien no abandona su buen humor y optimismo característicos. De hecho, no tiene más que gratitud por todo lo que se ha generado a raíz de la situación.
La operación
Aunque la prioridad de Emi, de su hija Matilda y de toda la familia es que la mujer pueda ser sometida a la compleja operación para intervenir el mencionado cavernoma cuanto antes –y han iniciado una campaña de colecta de fondos para llegar al casi millón de pesos que necesita-, Emilia Coria no logra ocultar su emoción y alegría por la solidaridad de la gente.
“Lo que más estoy sintiendo en estos momentos es una gratitud desbordante, me siento tan bien que –creo- no se condice con las circunstancias de lo que estoy pasando. Es tan importante lo que se ha generado que lo que más quiero difundir en este momento es mi gratitud. Y si alguien puede o quiere sumarse con ayuda para la operación, también es genial”, resume con simpleza.
A raíz de las convulsiones, del tiempo que pasa en cama y de la medicación que está tomando, Emilia tuvo que abandonar su trabajo como pastelera. Los eventos particulares eran su gran fortaleza, pero ya la pandemia –antes de esta situación- había impactado en sus ingresos.
Respecto a la operación, Emi y su familia han averiguado absolutamente todos los pormenores, opciones de lugares para que la practiquen y valores. “Averigüé en Buenos Aires, en uno de los institutos más especializados y en el Hospital Italiano, y me dijeron que el costo de la operación parte de los 8.000 dólares. Por la complejidad, los estudios y todo lo que es la rehabilitación, es una intervención cara. A ello se suma que el problema está en un lugar muy profundo y riesgoso”, destaca Emilia.
Y aclara que es fundamental que puedan someterla a la operación cuanto antes, ya que podría perder la vista en el único ojo con el que puede ver ahora (el izquierdo); además de afectarle el habla y la motricidad.
Durante los últimos días, Emi averiguó que en la Clínica de Cuyo de Mendoza también hay especialistas en esta cirugía, por lo que podría ser operada en la provincia y ello le ahorraría los gastos de traslado, por lo menos.
Ayuda de todo el mundo
Con su amabilidad y simpatía a flor de piel, no sorprende que Emilia Coria cuente que durante varios años alojó a personas de distintas partes del mundo como parte del programa de coachsurfing (una plataforma que junta a ciudadanos de todo el mundo, dispuestos a alojar a viajantes de otros lados sin cobrarles nada y con la tranquilidad de que ellos podrán contar cuando viajen con esta alternativa).
Y los viejos amigos y turistas que hizo durante tantas semanas se prendieron a la ayuda ni bien conocieron la delicada situación de Emi. “Gente de Estados Unidos, de Australia, de Canadá y de Irlanda han ayudado con lo que han podido. Una amiga abrió hasta una campaña de crowdfounding y hemos podido juntar bastante de lo que se necesita”, destaca entusiasmada.
Entre sus palabras, predominan más los mensajes de agradecimientos que otra cosa. Y se le llenan los ojos de lágrimas al caer en la cuenta de la cantidad de gente que se ha sumado a la campaña solidaria. “¡Estoy tan sorprendida, tan conmovida! Me han llegado mensajes muy hermosos de la gente. Realmente quiero agradecer a todos los que están acompañándome en este momento, mi familia que se está quedando conmigo porque –por las dudas- no puedo quedarme dormida sola en la noche, quienes me están ayudando ahora que no puedo trabajar y todos los que, de una u otra manera, están colaborando. Ya eso es un montón para mí. Y si alguien quiere colaborar con dinero para poder costear la operación, suma un montón también”, insiste, emocionada. “¡Falta poco para poder llegar a la meta!”
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Cómo ayudar
La familia de Emilia Coria ha abierto una cuenta en Mercado Pago para juntar fondos que permitan pagar la costosa y compleja operación. El CVU en Mercado pago –a nombre de su primo, Emiliano Serrano- es 0000003100050966849379.
Mientras que el alias es emiliano.serrano .