En los últimos días, tomó relevancia -prácticamente nacional- la discusión acerca de si al zapallo se le debe llamar “coreano” o “coreanito”. Sin embargo, ninguno de los dos términos es el correcto, ya que su origen es americano y su nombre técnico es desde siempre zapallo anco o anquito.
El debate comenzó en la cuenta de Instagram de la youtuber Paulina Cocina, quien se sorprendió al notar que según la provincia adoptaban una u otra denominación. Más allá que dejó de lado este “juego” que planteó en redes con los usuarios luego de que la trataran de “discriminadora”, logró instalar socialmente una discusión que de una u otra manera es errónea.
Incluso, la gran mayoría de los mendocinos durante décadas han pedido en las verdulerías este tipo de zapallo sin llamarlo por su verdadero nombre. Es que al parecer nunca, nadie se planteó si era correcto o no decirle “coreanito”. Es más, por su etimología prácticamente se da por sentado que era porque su origen es Corea.
Sin embargo, lejos de provenir de Asia, este cultivo es americano, precisamente de Centroamérica.
El origen del mal llamado zapallo “coreano”
La especie de zapallo que más se consume en el país es el tipo butternut -en la lengua inglesa-, zapallo anco o su diminutivo, anquito. Este último es un modo argentino de denominarlo, ya que en otras partes también se conoce como calabaza.
“Se tomó ese nombre de la lengua quechua que justamente significaba calabaza. Pero en los años ’70, cuando estos zapallos se empezaron a difundir mucho más en Argentina, ingresaron colonias coreanas. Y en el centro del país, en Santiago del Estero, la gente lo asoció como que lo había traído esa colectividad a este tipo de zapallo”, explicó Pedro Della Gaspera, especialista en zapallo de la Estación Experimental Agropecuaria La Consulta INTA.
“Y no se le debe llamar así porque no tiene nada que ver con su origen, ya que es netamente americano. Esto está muy bien investigado y hay fundamentos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones, donde han hallado restos de estas especies”, añadió Della Gaspera.
Además, el especialista resaltó que “el nombre le pega (al zapallo) porque se asocia a la raza amarilla y se difundió junto con estas colectividades que entraron al país. A la gente le gustó ese nombre y lo empezó a difundir. Pero no tiene nada que ver con el origen”.
El zapallo integra la dieta alimenticia de nuestro pueblo desde épocas precolombinas. Se consume en todos los estratos sociales y de todas las edades, con un promedio de 22 kg per cápita por año, según informó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El anco o anquito es el tipo de zapallo que más se consume en la provincia de Mendoza. Es en la zona Este y en Lavalle es donde hay mayor cultivo de esta variedad.
“En la provincia estamos en el orden de las 3.500 a las 4.500 hectáreas por año, un número que varía según las inclemencias climáticas y la oferta y demanda”, comentó el investigador del INTA.