El Gobierno de Mendoza celebró una baja del embarazo adolescente en 2019. Y, si bien aún no hay datos hasta el momento de si la pandemia afectó de forma positiva o negativa a este número, desde el Programa de Salud Sexual y Reproductiva continuaron trabajando de forma virtual y presencial con jóvenes y adolescentes para mantener estas cifras.
En 2017, el porcentaje de embarazo adolescente fue del 12%; en 2018 representó un 11%, mientras que en 2019 se registró una caída histórica de dos puntos, llevando la tasa a 9,7% de embarazos. En cuanto a los números del 2020, recién se podrán conocer los datos el próximo año, ya que se procesan a año vencido.
“En pandemia seguimos trabajando mucho en la capacitación de profesores y preceptores. Todavía no tenemos datos acerca si repercutió de forma positiva o negativa este contexto, pero la virtualidad nos permitió llegar a departamentos que, por movilidad o situaciones, no podíamos estar tan comunicados”, resaltó a Vía Mendoza la jefa del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, Miriam Ferreyra.
En tanto que para llegar a los jóvenes, trabajaron de forma conjunta con la Dirección General de Escuelas (DGE), docentes de Educación Sexual Integral (ESI) y con una capación que está en el sistema de salud pública, la que es accesibile a todo aquel que quiera realizarla.
También con algunas agrupaciones de jóvenes entregaron métodos anticonceptivos y organzaron encuentros virtuales a través de plataformas como Meet y Zoom.
Línea para consultas
Al principio de la pandemia, desde esta área del Ministerio de Salud de la Provincia trabajaron concientizando e informando desde las redes sociales, según indicó Ferreyra. Por otra parte, habilitaron la línea nacional 0800-222-3444 en la que atienden todo tipo de consultas relacionadas a la salud sexual y reproductiva, todos los días de 8 a 18.
Según comentó la jefa del programa, algunas de esas consultas tienen que ver situaciones de vulneración de derechos, solicitudes de métodos anticonceptivos, de interrupción legal del embarazo, preguntas sobre diversidad y acceso a recursos como el Papanicolaou y la Colposcopía.
Además, explicó que pudieron “reflotar una resolución de referentes, donde cada departamento tiene sus referentes y podemos atender a cada demanda. Hemos estado informando y apropiando de derechos a las usuarias para que sepan dónde tienen que concurrir y qué es lo que pueden pedir”.
Campañas en pandemia
Durante la pandemia, desde el programa lanzaron distintas campañas, una de ellas apuntó a que todas las mujeres pudieran acceder al anticonceptivo de emergencia, que es libre, gratuito y se entrega en todos los centros de salud y hospitales.
A través del programa Sumar, trabajaron la entrega en domicilio a los pacientes, y a través de las redes sociales y de las páginas del Gobierno, socializaron a los centros de salud que no trataban COVID-19, para que las mujeres pudieran asistir a buscar su medicación.
“Durante la cuarentena se liberó la colocación de implante subdérmico y se priorizaron todos los métodos anticonceptivos de larga duración. Y se dio accesibilidad para que todas las pacientes pudieran llevarse sus tres cajas de pastillas, quienes tomaban métodos orales, y las que no, que pudieran acceder a algún anticonceptivo de larga duración”, indicó Ferreyra.
Y añadió que “ahora que se puede acceder a las cirugías programadas, volvimos a limitarlas porque el implante es un método caro, y lo priorizamos en mujeres de hasta 24 años”.