Santiago García fue encontrado sin vida en su departamento de Mendoza el sábado por la mañana y pocas horas más tarde la fiscalía confirmó que se trató de un suicidio. El Morro tenía 30 y su pase pertenecía a Godoy Cruz, aunque estaba separado del plantel. Además, hace tiempo se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico por un cuadro de depresión, una situación a la que él mismo se había referido en diversas entrevistas.
En diciembre de 2018, durante el Líbero vs. Morro García de TyC Sports, había relatado lo ocurrido tras el doping positivo de 2011 en Athletico Paranaense. Tenía apenas 20 años. “En Uruguay quedé como drogadicto, fue el primer caso en la historia del fútbol uruguayo”, recordó. Y continuó: “Hubo momentos en que la pasé mal, pensé en dejar a jugar al fútbol. Un día mi hermano vio la manera en la que estaba viviendo. No prendía la luz de mi casa, estaba deprimido, no quería jugar más. Hubo muchas situaciones que me sobrepasaron”.
Pasó a Kasimpasa de Turquía, regresó a Uruguay para jugar en Nacional y recuperó su mejor nivel en River Plate, hasta que en 2016 llegó a Godoy Cruz, la que fue su casa durante varios años. Pero en 2019 volvió a dar un aviso sobre su situación personal. Fue en diálogo con Radio Nihuil, donde dejó una frase que todavía resuena: “Los jugadores no somos robots”.
“No estamos hechos de acero, nos pasan cosas y eso hace que el rendimiento dentro del campo de juego no sea el óptimo (...) Las he podido ir superando de a poco, apoyándome en mucha gente. Son cosas que no se saben, pero cuando uno las vive de adentro, todo tiene un por qué. Repito, no es una excusa por mi bajo rendimiento. Futbolísticamente no me he sentido bien, tomo la responsabilidad de eso y por eso me quedé a recuperarme”, continuó.