Funcionarios y empresarios fueron condenados a pagar 26 millones de pesos por el incendio de la cúpula del ECA en 2017. Además, se perdieron obras de arte y hubo daños significativos patrimoniales y arquitectónicos por los que deberán responder.
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El incendio se desató en horas de la siesta del 18 de enero de 2017, en el edificio ubicado en calles 9 de Julio y Gutiérrez de la Capital. El siniestro destruyó la cúpula del Espacio Contemporáneo de Arte (ECA).
El fallo condena a las personas involucradas “a hacer efectivo al Gobierno de la Provincia de Mendoza en el término de diez días de quedar ejecutoriada la presente, el pago de la suma de pesos veintiséis millones cuatrocientos ochenta mil ciento cincuenta y seis con 84/100 ( $ 26.480.156,84)” más los intereses correspondientes”.
El Fiscal de Estado, Fernando Simón, encaró el reclamo económico contra los responsables, por los errores de gestión que llevaron a esta situación. Y determinó que los denunciados paguen en el término de diez días una suma millonaria.
Los demandados son la empresa DELA S.A., cuyos trabajadores ejecutaron las obras de limpieza e impermeabilización de la terraza del ECA el día del incendio. Alejandro Gustavo Balegno y Ana Laura Torrisi, presidente y vice respectivamente de de la empresa.
También figuran el entonces secretario de Cultura, Diego Gareca, por “haber omitido ejercer un control sobre las tareas realizadas, lo que debió haber hecho ya sea personalmente o mediante la designación de personal técnico”, entre otras razones.
También la coordinadora del ECA y miembro de la Comisión de Preadjudicación, María Laura Tinte, por el accionar negligente al analizar las ofertas que se realizaron en el proceso licitatorio, ya que la empresa no cumplía con los requisitos del pliego.
Judit María De Liberato, directora de Administración de la Secretaria de Cultura, quien debía controlar el tramite y cumplimiento de la licitación, como también a sus subordinados. Y Margarita Videla, jefa del Área de Compras y Contrataciones de la Secretaria de Cultura, por elegir al proveedor sólo en base al “precio conveniente”, obviando otros factores.