El 25 de mayo de 1810 es una fecha muy emblemática para todos los argentinos ya que se conmemora la formación del Primer Gobierno Patrio, el cual fue un paso muy importante para la independencia del país. Cuando se estudia este hecho siempre se suele poner foco en lo que sucedió en Buenos Aires, pero ¿qué pasó en Mendoza durante la Revolución de Mayo?
Para esta fecha especial, en Vía Mendoza hablamos con dos Licenciados en Historia, Lucía Cortez y Carlos Campana quienes nos contaron cómo se vivió este acontecimiento en Mendoza y qué rol tuvo la provincia en las decisiones que se tomaron. Para explicar este hecho, los expertos destacaron la importancia de analizar qué sucedía en España y que postura tomó Buenos Aires para así entender el contexto mendocino.
Qué estaba sucediendo en España entre 1808 y 1810
Primeramente, los historiadores destacan la importancia de explicar el contexto de la época: el territorio que hoy es Argentina, antes formaba parte del Virreinato del RÍo de La Plata, el cual dependía de España, y tenía como capital Buenos Aires. “En 1808 España sufrió una invasión por Napoleón Bonaparte, el emperador francés buscaba expandir sus dominios territoriales. Desde 1808 hasta 1810, Napoleón destierra al Rey y lo tiene prisionero”, destacó la historiadora y profesora Lucía Cortez.
Tras esta situación de gran crisis, tal como comenta la historiadora, el pueblo español responde a la llegada del invasor y forma distintas Juntas Provisionales en las diferentes ciudades de España. Esas juntas tenían el objetivo de resguardar los derechos de la corona, sin embargo, Napoleón logrará que las juntas caigan al invadir diferentes ciudades de España, y el último bastión que cae es la Junta de Sevilla, al sur del país. Esta es la noticia que llega a Buenos Aires en mayo de 1810.
Qué sucede en Buenos Aires tras la noticia de la caída de las Juntas españolas
Cuando la noticia sobre la invasión de Napoleón en España llega a Buenos Aires, un grupo de vecinos convocó a un Cabildo Abierto para debatir sobre lo que estaba pasando en Europa, y analizar qué postura tomará el virreinato. Sin embargo, tal como destacó la historiadora, Lucía Cortez, en este Cabildo Abierto no participó todo el pueblo, sino que fueron los vecinos los que debatieron y tomaron decisiones en la semana de mayo.
“Los vecinos eran hombres, mayores de 18 años, propietarios de territorios que participaban activamente en la política, lo que hacía un porcentaje muy acotado de participantes. Además, las reuniones se llamaban Cabildos, no solo era un lugar,” expresó la historiadora a Vía Mendoza.
Sin embargo, al ser una ocasión de gran importancia, en este Cabildo Abierto se amplió la participación y fueron más los vecinos que acudieron a la reunión, algo que para la época no era común. De esta manera, el 22 de mayo de 1810, los cabildantes presentes propusieron hacer una Junta de Gobierno Provisional, compuesta por vecinos de Buenos Aires, sin embargo, no se planteó la idea de una emancipación. “El 22 de mayo hay un acuerdo extendido y deciden que el presidente de la Junta sea el Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros”, explicó la historiadora Lucía Cortez.
Sin embargo, vecinos como Saavedra, Moreno, Belgrano, Paso, Castelli, Mateu, entre otros, no estaban de acuerdo con nombrar al Virrey Cisneros como presidente de la Junta Provisional, ya que opinaban que eso no implicaría un cambio muy importante en la toma de decisiones del virreinato. Es por eso que, el 25 de mayo, se realizó una reunión secreta entre vecinos en la Jabonería de Vieytes, y allí se decide destituir al Virrey como presidente y crear una nueva Junta Provisional compuesta solo por funcionarios criollos.
“Lo revolucionario del 25 de mayo es que se envía una carta al virrey informándole que fue destituido como presidente de la Junta Provisional. Eso es lo que se celebra el 25 de mayo de 1810, lo más revolucionario es que deciden que ningún funcionario de la corona forme parte de esa Junta de Gobierno. De todos modos, esa junta no propone en ningún momento la independencia”, destacó Lucía Cortez.
La decisión ya estaba tomada: el Virrey no sería presidente de la Junta Provisional y Buenos Aires tomaría las riendas de la situación. Ahora quedaba el paso más importante: avisar a las demás provincias del virreinato. Aquí es donde Mendoza tiene su participación.
El papel de Mendoza en la Revolución de Mayo
Un dato importante que destaca la historiadora Lucía Cortez es que Mendoza ya venía hace años exigiendo más autonomía respecto de Buenos Aires, es por eso que, en vista de la situación que estaba ocurriendo, un grupo de vecinos opinaron que este contexto de crisis era el mejor momento para lograr esa emancipación. Sin embargo, eran conscientes que debían ser cautelosos.
Según el dato que aportó el historiador Carlos Campana, fue un mendocino radicado en Buenos Aires quien llegó a Mendoza con la noticia: el oficial Manuel Corvalán. Este hombre era el encargado de llevar a la provincia la Circular del 27 de mayo, la cual era una carta que contaba los hechos que estaban sucediendo en España y la decisión que se tomó en Buenos Aires, además de pedir a cada provincia que envíe a un representante a Buenos Aires para que formara parte de la Junta Grande.
La carta llega los primeros días de junio en la expedición de Corvalán quien, en voz alta y cruzando la plaza Pedro del Castillo, daba a conocer la noticia, mientras los ciudadanos del lugar escuchaban atentos: el Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros ha sido depuesto y se formó una Junta a favor del rey Fernando XVII.
Según explicó el historiador Carlos Campana, en Mendoza había un Gobierno Ejecutivo dirigido por el comandante de armas Don Faustino Ansay, quien al enterarse de la situación junto con las demás autoridades mendocinas, decidió convocar a un Cabildo Abierto donde asistieron alrededor de 50 personas. En un primer momento, la mayoría de las autoridades se opusieron al gobierno de Buenos Aires y, mientras había una gran discusión en el Cabildo, la cuestión de la Junta Provisional era tema de conversación en las plazas, los mercados, las parroquias, las pulperías y todo el pueblo estaba expectante de lo que sucedería ese día en el Cabildo mendocino.
Mientras una facción de vecinos mendocinos se oponían al gobierno de Buenos Aires, otra facción quería adherir, lo que desencadenó un conflicto. “Se va a elegir un capitán de milicia que será Isidro Sáenz de la Maza y el 28 de junio se va a producir una especie de asalto en el Cuartel de Armas. Allí habrá una especie de ‘lucha bélica’, un grupo va a tomar las armas para reclamar en contra de la Junta, pero no sucederá nada más”, explicó el historiador Carlos Campana, quien también destacó el rol de un sacerdote que apaciguaría la situación entre ambas facciones de vecinos.
“Un sacerdote muy importante que se llamaba Domingo García va a tomar cartas en el asunto y a proponer otro Cabildo Abierto para el 1 de julio, en el cual los cabildantes estarán a favor de la junta de Buenos Aires”, contó Campana. Además, los historiadores destacaron que la aceptación por el gobierno de Buenos Aires se dio, más que nada, porque los vecinos sabían que se podía dar inicio a una batalla entre Buenos Aires y Mendoza, tal como sucedió en Córdoba.
“Era una etapa de revolución y guerra. Cuando en Mendoza vieron que Córdoba no adhirió y se desarrolló una batalla entre Buenos Aires y Córdoba, allí fue cuando Mendoza decidió que era mejor estar a favor de Buenos Aires. Fue algo estratégico”, comentó la historiadora, Lucía Cortez.
Tras tomar la decisión de adherir a la Junta Provisional de Buenos Aires, Mendoza envía a un representante a la capital quien sería, en un primer momento, Bernardo Ortíz. Sin embargo, Ortíz enfermó y falleció días antes de comenzar la expedición, por lo que finalmente fue Manuel Ignacio Molina quien representó a Mendoza en la Junta Grande de Buenos Aires, según lo que comentó Carlos Campana.
¿Fue realmente una revolución lo que sucedió el 25 de mayo de 1810?
Según la opinión del Licenciado en Historia y periodista Carlos Campana, los acontecimientos de mayo de 1810 no fueron revolucionarios ya que para ello deberían haber tenido otras características. “No fue nunca una revolución, la revolución tiene un contexto muy diferente, una forma en que los ciudadanos se expresan en contra de algo. La verdadera revolución, o el pensamiento de liberación, va a pasar a partir de la llegada de San Martín en marzo de 1812″, opinó Carlos Campana.
Además, el historiador destaca el hecho de que los vecinos de Buenos Aires y de las demás provincias debieron haber deseado una emancipación de España, sin embargo, esto no ocurrió hasta 1816. Por otro lado, comenta que no está de acuerdo con algunos historiadores que analizan la fidelidad que se tenía a Fernando VII como una “pantalla”, y que siempre se pensó en una idea de emancipación. “La realidad en la documentación que yo mismo he investigado, hasta los sellos legales, marcan que se estaba a favor de Fernando VII. Algunos nos quieren vender una historia más patriótica y en realidad no fue así”, opinó Carlos Campana.
“Revolución es una palabra mucho más compleja ya que está relacionada con la salida de los ciudadanos a la calle y el apoyo a los líderes que van a dar un cambio, pero esto no fue nunca una revolución. Quizás fue una transición, pero aún se estaba muy lejos de una idea de independencia”, destacó Campana.
El 25 de mayo de 1810 es un acontecimiento que normalmente se estudia en el contexto de lo que sucedió en el Cabildo de Buenos Aires, pero es importante también conocer lo que sucedió en las demás provincias en ese momento. Mendoza tuvo un rol importante en este hecho, y después se convirtió en una de las bases principales para San Martín y la Independencia de Argentina, dejando a la provincia dentro de la historia.