Hay un perro que espera tener la oportunidad de vivir en un hogar lleno de amor, con dueños responsables y cariñosos. Se trata de Pantuflas, un galgo de 10 años que fue rescatado luego de ser atropellado mientras escapaba de una vida que, hasta el momento, había sido llena de sufrimiento y dolor.
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El perro en su cuerpo lleva las marcas de que fue obligado a dar su mayor esfuerzo para correr las carreras prohibidas, cicatrices compatibles con quemaduras. Además está casi ciego de un ojo por cataratas, pero aún así Pantuflas es un perro alegre, lleno de vigor.
Muchos perros de esta raza son explotados y obligados a participar en estas peleas y sus dueños reciben una renumeración económica, por lo que son maltratados para brindar su mayor esfuerzo. Es un logro que Pantuflas haya podido escapar de esta vida.
La historia del rescate y su nombre
Pantuflas fue encontrado en el medio de la ruta, bastante desorientado luego de ser atropellado por una camioneta. Un perro de sus dimensiones fue fácil de apuntar, por lo que fue rápidamente rescatado.
Lo que le sorprendió a sus rescatistas fue la confianza que el perro les otorgó. “Apenas lo invitamos a subir al auto lo hizo, increíblemente confió en nosotros. Creo que por su dura vida aprendió a reconocer las intenciones de las personas”, contó Florencia, una de sus rescatistas.
El bautismo de su nombre sucedió el mismo día de su rescate. Agotado luego de años de maltrato y un atropello que casi le costó su vida, el galguito se quedó dormido acurrucado a la pantufla de su rescatista.
Ese tierno momento inspiró a la persona que lo rescató en renombrar al galgo socorrido “Pantuflas”.
Buscan una familia especial
Un perro especial necesita de una familia especial.
Debido a las características de Pantuflas, debe ser adoptado por una familia que pueda cumplir con unos requerimientos especiales, ademas de ser un hogar responsable y lleno de amor, libre de todo tipo de maltrato.
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Los galgos son perros de dimensiones grandes. Gracias a sus patas largas tienen bastante flexibilidad que les permite trepar muchos metros, por lo que la familia que lo acoja debe tener una casa con un predio completamente cerrado y con un cerro alto.
Debido a que el perro probablemente ha estado en ambientes groseros con peleas entre perros, para prevención la familia que reciba a Pantuflas no debe tener otro macho.
Con estos requerimientos los rescatistas reconocen que su adopción pueda demorarse, pero es justamente para asegurarse que la familia que adopte a Pantuflas “entienda lo especial que es”.
Las familias que quieran y puedan asumir la responsabilidad de integrar a Pantuflas a su familia, pueden comunicarse al 2616991206. En caso de no poder adoptar al galguito, se invita a difundir el flyer elaborado por sus rescatistas.
