Luego del excelente trabajo realizado por los perros rescatistas, los cuales dieron con los cuerpos de Lily Pereg y Pirhya Saroussy, las mujeres israelíes asesinadas por Gil Pereg, el procurador de la Suprema Corte de Justicia, Alejandro Gullé, quiere que el adiestramiento de perros quede bajo la órbita del Ministerio Público Fiscal.
Además, adelantó que pretende que Mendoza cuente con un banco de registro de olores para poner en práctica en las investigaciones judiciales.
La idea le venía rondando desde hacía algún tiempo; sin embargo, con el trabajo que realizaron los canes en el hallazgo de los cuerpos de las israelíes, se terminó de convencer.
El magistrado, Alejandro Gullé manifestó que aún la idea no ha sido plasmada en un proyecto concreto, pero que buscará realizarlo este año. En cuanto a lo presupuestario no tiene demasiada exigencia, ya que Mendoza cuenta con el recurso humano para la preparación de los animales.
Ayelén Castro, integrante de la ESCAM (Escuela de Entrenamiento Canino de Mendoza) y la encargada de preparar a la perra "Ruca", que fue la que identificó los cuerpos de las mujeres asesinadas, es viable la posibilidad, siempre y cuando los perros sean adiestrados específicamente para esta tarea.
Ruca es la tercera perra rescatista que entrena Ayelén Casto. También fue dueña de Chopper, un ovejero que colaboró en el terremoto de Chile, en 2010 y de Isis, un pastor belga malinois que es otra de las razas que utilizan para detección.
La odorología
La odorología es una técnica científica pericial que se encarga del estudio del mecanismo de formación de la huella olorosa, así como de los medios y métodos empleados para su capacitación, conservación y posterior comparación con las impresiones olorosas de los sospechosos de un delito en investigación.
El sistema tuvo su origen en la década del '70, en la ex Unión Soviética, donde se realizaron los primeros experimentos con los olores (vapores) en conserva. Estas investigaciones fueron momentáneamente desechadas, pero Alemania retomó la especialidad y expuso sus avances en el Simposio Internacional de Criminalística, celebrado en ese país en 1972.
A partir de ese momento fue utilizada en Holanda (uno de los centros más importantes), Bélgica, Suecia, Hungría, Dinamarca, Checoslovaquia, Polonia, Estados Unidos (que cuenta con un banco de olor para combatir el terrorismo), Israel, Italia, Francia e Inglaterra.
En América Latina, la impulsora fue Cuba, donde, en 1989, se decidió la construcción del Laboratorio de Odorología, con la experiencia de algunos peritos que habían visitado estos países.
En 1991, se hicieron las primeras pruebas de campo, obteniéndose los primeros resultados. Así se decidió extenderlas a La Habana y, dos años después, al resto del país caribeño.
En Argentina, la técnica fue perfeccionada por el médico veterinario Mario Rosillo, un salteño que desarrolló el método en Corrientes y quien actualmente vive en Viedma, donde coordina el área Canina y la Sección de Odorología Criminal y Banco de Olor Humano del Gabinete Criminalística de la Policía Provincial de Río Negro. Fuente: Diario Uno.
