El domingo 18 de noviembre comenzó la conmovedora historia de la familia Partucci, cuando a las 15, su hijo Antonio, de 4 años desapareció de la vista de sus familiares. El pequeño había caído en una pileta situada en la zona Industrial de la ciudad de La Consulta, departamento de San Carlos, Mendoza.
A partir de ahí todo cambió en la vida de los Partucci. Su hijo fue rescatado por amigos y luego de estar en terapia intensiva en el hospital Notti, se recuperó. El pequeño, hijo de Andrea Micames, podóloga, y de Ariel Partucci, empleado municipal y peluquero, comenzaron a reconstruir sus vidas, luego del milagro.
"Ese día -por el 18 de noviembre- estábamos por comer un asado con unos amigos y mis nenes estaban jugando en un escaloncito de la pileta, que es la parte panda -sin mucha profundidad-. Yo les decía que podían jugar un ratito más porque estábamos por comer", comenzó describiendo la madre, Andrea Micamez.
Sobre lo que continuó diciendo: "Le dije a mi marido: 'Andá a buscarme una ropa, porque los niños seguramente se van a mojar'. Salió a buscarme la ropa, yo seguía cerca de la mesa, estábamos muy cerca de la pileta y de ahí mirábamos a los niños. En un momento mi hija me dijo algo que no recuerdo, la miré y como que me distraje, me di vuelta para buscar un mantel para poner la mesa y sentí los gritos de mi amiga Natalia y de mi amigo Cristian. Él se tiró a la pileta y lo sacó. Natalia se le tiró encima y le hizo RCP (reanimación cardiopulmonar) en el acto. Eso le ayudó mucho, todos los médicos dicen lo mismo. Reaccionó rápidamente y lo reanimó un poco porque seguía desvanecido".
Luego todo fue desesperación y angustia en medio de la urgencia. "Lo llevamos al hospital de Eugenio Bustos (el Tagarelli), donde también lo reanimaron con oxígeno", dijo.
La familia Partucci pasó momentos muy difíciles. "Antonio estaba grave, llegó mi hermano, que es policía, e hizo una movilización policial para cortar las calles y para que fuéramos de manera directa. En un principio íbamos a ir a Tunuyán y luego nos trasladrían en un helicóptero al hospital Notti, pero no sé qué pasó con eso. Por eso, el doctor lo llevó en ambulancia porque no podía esperar ni un minuto más", explicó.
Entre médicos, traslados y helicóptero. "En un principio íbamos a ir a Tunuyán y en un helicóptero íbamos a llegar al Notti, pero no sé qué pasó con eso. El doctor lo llevó en ambulancia porque no podía esperar ni un minuto", explicó.
"Llegó directo a terapia. Estaba grave. Lo intubaron, estaba dormido y a los días despertó. Ellos me decían que esperaban que en un mes o más se podía despertar, pero no me aseguraban nada", recordó casi con voz quebrada.
"Al quinto o sexto día abrió los ojos y con el tubo en su boca lo primero que dijo fue 'papi', porque lo vio a mi marido que estaba al lado de él. Empezó a despertar, le empezaron a sacar cosas que tenía, como los cables, uno en la vena aorta, donde tenía el catéter por donde pasaba toda la medicación", dijo.
Agradeciendo a todo los profesionales y amigos que ayudaron a su familia, Andrea Micames confirmó que Antonio hace vida normal. Está bajo control de una neuróloga pero no tiene que tomar medicación.
Fuente: diario Uno
