"Tomi" nació con un ojo ciego y un día se perdió de la casa de su dueño, Andrés Fernández. A partir de ese momento comenzó una búsqueda desesperada que duró tres años y medio.
Hasta que hace unos días, la vida del labrador volvió a su inicio. Una mujer de 44 años lo vio en la puerta de un kiosco, le dio pan, la siguió, se le subió al auto, y finalmente, encontró el cariño y cuidado que necesitaba. Marcela Bisacco y los Fernández le dicen "el ángel de Tomi".
Pero en ese largo tiempo, "Tomi" permaneció encerrado y maltratado por desconocidos que lo usaban para procrear y vender las crías. Así fueron sus últimos tres años, hasta que su foto apareció en Facebook, precisamente en Luján de Cuyo.
Fue cuando Andrés lo reconoció por su cicatriz en el hocico y su ojo ciego.
"Cuando lo vi en las redes, no lo podía creer, llevábamos años sin perder la esperanza. Pero verlo fue emocionante. También me dio mucho dolor por la lamentable situación en que estaba", sostuvo su dueño Andrés Fernández.
"Siempre salía a pasear por el barrio. Se daba una vueltita a la manzana y volvía, hasta que un día no volvió más", relató Andrés Fernández (23), de Godoy Cruz, que encontró a su perro luego de una intensa búsqueda. "Llegó a nosotros porque nadie lo quería por estar así, por no ser perfecto. Como no lo pudieron vender, nos lo regalaron", contó Andrés.
Sobre lo que agregó: "Para la familia no es la mascota, sino un integrante más".
El joven de 23 años y dueño del can, contó que cuando se perdió, lo buscaron por todos lados sin éxito.
"Nunca abandonamos la búsqueda, fuimos a organizaciones proteccionistas, a gente que decía tenerlo, pusimos anuncios, publicamos en las redes; y pasaron más de 3 años para poder dar con él", puntualizó
