Carlos Aparicio, auxiliar de la Policía de Mendoza con destino en la Comisaría Cuarta de Ciudad, de 35 años, decidió llevar sus dos autos a un taller mecánico- lavadero de calle Lisandro Moyano, casi Pascual Segura, en Las Heras, para que los lavaran. Cuando los fue por la tarde a retirarlos, le quisieron cobrar dos mil pesos.
El responsable del lugar lo justificó diciendo que también le había realizado alineación y balanceo a los dos vehículos. Sin embargo, ese servicio -tal como dice la denuncia que investiga la Justicia- nunca fue solicitado por Aparicio.
Se generó una fuerte discusión cuando el policía se negó a pagar por un trabajo que no pidió y quiso llevarse los rodados. En ese momento los cuatro empleados del taller, que permanecen prófugos, lo encerraron en el lugar y comenzaron a darle una feroz golpiza con las herramientas del taller.
Un martillo tipo maza, un hierro y tenazas, de acuerdo con los testigos, fueron los elementos que utilizaron los agresores para atacarlo. Un par de vecinos que salieron a su rescate, y Aparicio quedó internado en el Hospital Italiano de Guaymallén.
Su hermano, Marcelo, tuvo que viajar desde Tucumán para cuidarlo y seguir las novedades de la causa, que prácticamente no avanzó.
Marcelo dijo que a su hermano quisieron matarlo, "si no fuera por los vecinos, el final hubiese sido otro", agregó.
Luego pidió el pronto esclarecimiento del hecho, porque, según fuentes policiales, la investigación, que está en manos del fiscal Darío Nora, no tiene detenidos.
