Damián Minatti confesó haber matado a Janet Zapata

El marido dijo que la ultimó a su esposa de un disparo y la enterró en un descampado de El Algarrobal.

Damián Minatti confesó haber matado a Janet Zapata
Damián Minati

Damián Minatti, principal acusado por el homicidio de Janet Zapata, reconoció esta mañana haber sido el culpable, algo que ya habían confirmado en sus declaraciones los otros dos imputados.

Se estimaba que iba ser un juicio largo porque estaba previsto que declaren 13 testigos y finalmente se decía que iba a tener la oportunidad de declarar Minatti. La hipótesis es que Minatti había pagado para que asesinaran a Janet Zapata y la enterraran en El Algarrobal. Lo cierto es que esto no sucedió.

Recordemos que el 21 de septiembre se comenzaba con la búsqueda del paradero de Janet Zapata y era liderada por la madre de la mujer pero también por el propio Minatti que aparecía ante las cámaras anunciando la desaparición de la mujer que horas antes había asesina do en un rapto de emoción violenta.

Aquel 21 de septiembre, Janet llegó a su casa. Se tenía que encontrar con una mujer en un shopping de Guaymallén. Allí fueron juntos y habrían estado en buenas condiciones en la relación. Minatti habría visto que su mujer estaba todo el tiempo con el celular, lo miraba de reojo y trataba de ocultar lo que estaba haciendo hasta que en un rato de locura, Minatti tiró el auto al costado. Le quitó el celular a Janet y encontró una conversación y fotos que aseguró que fueron el detonante de una discusión que mantuvieron con forcejeos, con insultos mutuos y que finalmente en algún momento se encontró tirado en el suelo con su mujer a su lado y con un arma en la mano.

Momento en que no sabe cómo sucedió pero disparó contra su mujer. Cargó el cuerpo a su vehículo y al llegar a su casa se encontró con la hijita que tenían en común y decidió ocultar la trama hasta pedirle a su suegra que radicara la denuncia.

Él fue el primero en dar la voz de alarma de que había desaparecido. En ese memento es cuando él participaba en las marchas a la vez realizaba llamadas por teléfono y le pidió a un amigo, Manzano, que tenía un lavadero en El Algarrobal que lo ayudara con esta situación de que había asesinado a su esposa y que tenía que enterrarla. A cambio de 15 mil pesos, Manzano hizo un pozo en una zona en donde él pudiera ir a enterrar el cuerpo.

Según el testimonio él fue a enterrarla y cada salida en estas marchas él intentaba ir al lugar a llorarla. Según lo que acaba de declarar.