Un agente penitenciario denunció que este lunes le habían robado de su casa de Las Heras una caja fuerte con 500 dólares, unos 15 millones de pesos. Dijo que la puerta no había sido forzada, por lo que la investigación se orientó, en un principio, hacia su entorno más cercano. Sin embargo, con el correr de las horas, este hecho develó un conflicto familiar.
En la casa donde se habría cometido el ilícito vive un matrimonio desde hace más de 20 años. Ellos son Irene y Alejandro, suegros del denunciante. El agente penitenciario que hizo la denuncia está casado desde hace 10 años con la hija mayor del matrimonio y duermen en una habitación del fondo.
Irene explicó al Diario Los Andes que la última vez que vio a su yerno fue el 5 de agosto, cuando fue detenido luego de que ella lo denunciara por maltrato. "Hubo amenazas, insultos, gritos en la calle y me torció el brazo", contó. Desde entonces la familia no supo más de él.
La mujer también hizo referencia a que el penitenciario “desde febrero no le compra los remedios a su esposa, que sufre un desequilibrio en la actividad eléctrica de las neuronas, y tampoco le entrega dinero para sus gastos".
Sobre la caja fuerte, Irene aseguró que está donde siempre, que nadie la ha tocado. Pero ella asegura que tal dinero es inexistente.