Peligrosa, rápida y furiosa así lo demuestra el prontuario de la presa que escapó de El Borbollón

Daiana Albornoz Martínez tiene 22 años y un largo historial delictivo. Es sobrina de un reconocido delincuente de San Juan apodado "El Taza".

Peligrosa, rápida y furiosa así lo demuestra el prontuario de la presa que escapó de El Borbollón
Dahiana Macarena Albornoz Martínez (22), la delincuente con un frondoso prontuario y con familiares peligrosos, es una de las mujeres que se fugó de El Borbollón\u002E

Daiana Albornoz Martínez y Carolina Segundo Villalvaes se fugaron este jueves a la madrugada por la noche de la cárcel de El Borbollón. Habrían forzado las rejas de las ventanas del lugar para escapar.

Si bien se realizó un intenso rastrillaje de la zona y están llevando a cabo un minucioso operativo para dar con las delincuentes, en las últimas horas de este jueves se dio a conocer el prontuario de Daiana Albornoz Martínez, quien con sus 22 años es un delincuente con antecedentes de alto voltaje.

Carolina Estefania Segundo Villalva (21) y Dahiana Macarena Albornoz Martínez (22), las presas que se fugaron de la cárcel de El Borbollón.
Carolina Estefania Segundo Villalva (21) y Dahiana Macarena Albornoz Martínez (22), las presas que se fugaron de la cárcel de El Borbollón.

Albornoz se encontraba detenida por el delito robo agravado por el uso de arma de fuego apta para la ejecución de disparo en concurso ideal con robo agravado en poblado y banda. Hacía 20 meses que estaba presa. Es madre de cuatro hijos.

Además es sobrina del conocido delincuente sanjuanino, el "Taza". Albornoz fue detenida en noviembre de 2016, junto a su pareja, Cristian Brian Romero, quienes integraban una banda que tenía base en el oeste de Godoy Cruz.

La joven se había escapado de una casa de la manzana E del barrio Puesta del Sol de Godoy Cruz, a comienzos de noviembre de aquel año, tras destrozar una pulsera electrónica que permitía su monitoreo.

Fue capturada en el barrio Razquin del mismo departamento después de 20 días de búsqueda. Efectivos de la División de Búsqueda de Prófugos de Investigaciones fueron a buscarla a la manzana C porque tenían el dato de que se ocultaba en la casa de unos conocidos y la vieron que escapaba por las calles, corriendo hacia la G.

Durante sus días en la clandestinidad, Albornoz fue acusada de tirotearse con sus suegros por problemas con la tenencia de uno de sus pequeños hijos.

También se hizo pasar por su hermana y se presentó en la Oficina Fiscal Nº4 para denunciar a su suegro por violencia de género. El hombre terminó detenido pero cuando los investigadores descubrieron que la denunciante había mentido, fue liberado ya que no había ninguna prueba contra él.