Mendoza y San Juan firmaron un acuerdo en el que el 25% de la producción se destine a mosto y otros destinos. En años anteriores se intentó llegar a un acuerdo, pero no se podía dar por distintos motivos. En este 2018 se pusieron de acuerdo y el porcentaje se destinará a pasas, uva en fresco y vinos de baja graduación, según informó Los Andes.
El objetivo de esto es diseñar una política de diversificación para ajustar los volúmenes de vinos y tonificar sus precios. Con este acuerdo, las bodegas de ambas provincias deberán mandar una parte de la producción de uvas a la elaboración del mosto.
Este porcentaje busca que no haya excedentes de vinos y que el punto de equilibrio sean 5 meses. Se busca encontrar un equilibrio entre los precios para que sea rentable su producción.
Se espera, según el INV, que para este 2018 se cosechen entre 2.200 y 2.300 millones de kilos de uva.