A pesar de sus dificultades le pesa la acusación de haber asesinado a un amigo. Por eso lo empezó a juzgar la Cámara del Crimen 2 de San Luis.
El anciano no ha querido declarar. Con su silencio se guarda los pormenores del homicidio que cometió el lunes 30 de noviembre de 2015, en la casa donde vivía de prestado, en Riocito, entre El Trapiche y Pampa del Tamboreo, a la vera de la ruta provincial 19.
Allí, vació varias cajas de vino, y terminó de matando de una puñalada en el abdomen a su invitado, Diego Pereira, de 59 años.
El hecho lo descubrió Horacio Pereira, sobrino de Diego, que pasaba camino hacia una despensa de la zona y, como de costumbre, se acercó a preguntarle a Becerra si no quería hacerle algún encargo, ya que sabía de lo poco que el hombre ve y de las dificultades que tiene para moverse.