La semana pasada, en un fallo poco habitual, el juez de la Tercera Cámara del Crimen Diego Aliverti condenó a dos cuidacoches -con antecedentes penales por robos y tenencia de armas- a tres años y medio de cárcel por el delito de tentativa de extorsión: quisieron cobrarle 50 pesos a un penitenciario que se desempañaba como guardia de seguridad. Así lo informó Los Andes.
En los primeros minutos del 7 de mayo de 2017, el penitenciario Juan Sarmiento se encontraba en la puerta del bar "Rumbo Perdido" (ubicado en San Martín y Democracia de Godoy Cruz) donde se desempeñaba como guardia de seguridad.
En ese momento se le acercaron dos cuidacoches -Fabricio Santana y Angel Olmedo- y le pidieron 50 pesos para cuidarle su automóvil.
El seguridad les dijo que les iba a pagar cuando se fuera del bar, lo que dio inicio a una discusión que fue subiendo de tono, a punto que uno de los "trapitos" le dijo: "Eh, gato, si no me pagás ahora el auto no lo vas a encontrar". La pelea terminó cuando llegó la Policía y se llevó a los dos trapitos exaltados.
Según los trapitos, Sarmiento les dijo que no trabajaran en el lugar y luego les mostró su arma reglamentaria, agregando que nunca le exigieron dinero. Incluso uno de ellos explicó en el juicio que el enojo del penitenciario se produjo porque él le decía que los penitenciarios tienen expresamente prohibido realizar servicios extraordinarios.