Los crianceros de Malargüe solicitaron a las autoridades que se arbitren los medios para que su producción tenga mayor valor, además de que tengan con ellos los mismos tratos y beneficios que los productores agrícolas de Mendoza al momento de que se vea afectada la actividad de ganado caprino, ovino y bovino.
Otro de los reclamos, y de vieja data, es que exista control eficiente sobre los carnívoros salvajes, puntualmente por los ataques que sufren sus piños y rebaños de pumas y zorros, que en un solo ataque y en una noche, pueden matar hasta cien cabritos, con el perjuicio directo que producen a su economía, muchas veces de subsistencia.
"Dentro de muy poco, en vez de chivos al horno o a la parrilla, tendrán que asar pumas y zorro", dijo uno de los crianceros.
Otro de los pedidos que elevaron al intendente Jorge Vergara Martínez, y por su intermedio al gobernador Alfredo Cornejo, fue que se tenga igual trato que a los productores agrícolas de Mendoza, que son asistidos ante las pérdidas que originas las inclemencias del tiempo, cuando se ve diezmada su producción por heladas y granizos; que se cuente para ellos también con subsidios por mortandad de chivitos, a veces a consecuencia de los mismos factores (a los que se agrega el de las nevadas).